Comer no es un problema, sino la solución. Un régimen concentrado, pero corto, no sirve para mucho y apenas tiene impacto sobre la salud. Por lo tanto, hay que cambiar la alimentación en profundidad y de forma duradera para desarrollar una acción preventiva.
Comer para adelgazar, consejos para un régimen efectivo

La duración sólo es posible cuando se encuentra placer a la hora de comer. Aprender a variar los platos, preparar nuevas recetas, descubrir la cocina del resto del mundo, son vías para recuperar el placer comiendo. Hoy queremos enseñarte a comer para adelgazar: consejos para realizar un régimen efectivo.
Las funciones de la alimentación
Comer es un acto vital y de convivencia. El placer es un componente esencial del acto alimenticio, puesto que sin placer, la persona se alimentaría de forma diferente. En casi todo el mundo, la cocina es un arte refinado que se expresa a través de una multitud de recetas, más o menos complejas, y que se comparten en buena compañía. Es esa variedad infinita y el gusto de cada persona por la cocina lo que anima a consumir alimentos... a veces en demasiada cantidad.

La primera función es una cuestión de supervivencia: comer para mantener y hacer que vivan los millones de células que componen el cuerpo humano. Desde la noche de los tiempos, en la época del paleolítico, el hombre es omnívoro, es decir, que come de todo, empezando por las proteínas aportadas por los animales. Sabemos que el hombre del paleolítico no cultivaba cereales, ni tubérculos, sino que vivía de lo que recogía de la naturaleza (fruta, bayas, raíces) y de la caza o de la pesca.
La carne y el pescado que conseguía cazar eran animales delgados (porque evolucionaban en la naturaleza) y ciertamente más sanos que los animales de la ganadería que hoy en día se consumen, más pobres en grasas omega-3. Cabe destacar que en aquella época, el hombre consumía un 40% de su ración alimenticia en forma de proteínas.
Ya no vivimos en el tiempo de las cavernas y el consumo alimenticio ha aumentado. La cantidad prima normalmente sobre la calidad, y la dimensión psicosocial de la alimentación tiene mayor importancia. Se come y se bebe en compañía para celebrar la vida. Normalmente, esto se realiza de cualquier forma. ¿Se habría perdido el sentido correcto de la alimentación?
Actuar en consecuencia

Es importante poder situarse con relación al peso de referencia en función del tamaño, y preservar la salud siguiendo algunos consejos sencillos para alimentarse correctamente. Saber equilibrar la alimentación para aportar lo esencial, sin lo superfluo, es algo bueno, pero mejor aún es saber cuidar la línea.
El cálculo del índice de la masa corporal ayuda a situarse: Peso en kilos dividido por el volumen al cuadrado (en m2). Si el resultado se sitúa entre 19 y 25, todo va bien, simplemente conviene seguir las consignas de una variedad alimenticia para mantener el buen funcionamiento del cuerpo. Si la cifra del IMC es superior a 25, conviene modificar la alimentación para intentar bajar de peso. Si es superior a 30, es urgente una buena higiene de vida para evitar las enfermedades metabólicas relacionadas con la obesidad.
Sin duda alguna, el régimen más efectivo es comer para adelgazar. ¿Te preocupas mucho por tu dieta?








