Si tuviste una infancia feliz, siéntete afortunado. No todos tienen la misma suerte (solo piensa en el pobre Remi). Algunas personas pueden verse afectadas de por vida a causa de los sucesos ocurridos en esa primera etapa.
Así es como Remi podría superar su difícil infancia, según los especialistas

«El abuso y la negligencia infantil pueden conducir a una salud física y mental deficiente hasta la edad adulta», advierten los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Un estudio explica que existe una fuerte relación entre la violencia sufrida en la infancia y el consumo de drogas. Las experiencias traumáticas aumentan el riesgo de empezar a consumir estupefacientes a temprana edad y a que estos afecten la vida adulta.
El psiquiatra Edward Hallowell expone los factores de riesgo que pueden afectar el futuro de los niños. Por ejemplo: el divorcio, un padre alcohólico o drogadicto, el abuso sexual, la violencia doméstica y la enfermedad mental en un miembro de la familia.
Ser heridos por las personas que amábamos y en las que confiábamos es difícil de superar. Sin embargo, la psicóloga Mónica Williams asegura que es posible.
«Enfrentarnos a la totalidad de nuestras dolorosas experiencias es la única manera de ganar dominio sobre el pasado. Nos permite revisar objetivamente lo sucedido para poder reevaluarlo desde un punto de vista más maduro y objetivo», afirma Williams.
La psicóloga recomienda escribir sobre un suceso traumático del pasado por 20 minutos, relatando los eventos en presente para que podamos reconectar con el momento. Dejar el texto y luego revisitarlo a solas o con una persona de confianza.

El siguiente paso es repasar la experiencia como un adulto y escribir el texto de nuevo, lo más detalladamente posible. Realizar este ejercicio de forma continua ayudará a que esos eventos dejen de ser traumáticos y sean aceptados eventualmente.
Si bien esta práctica puede ayudar, lo más recomendable es también consultar con un especialista.
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