Llegas a tu casa después de un día agotador y lo último que quieres hacer es seguir usando el cerebro, así que prendes la tv y te pones a ver el último episodio de Keeping up with the Kardashians o, si prefieres las competencias, un programa como Hell's Kitchen o American Idol.
Amar el show de los Kardashians dice mucho de tu vida y personalidad

Los programas de reality son un escape fácil de la rutina. No necesitamos esforzarnos por entenderlos, simplemente existen para entretenernos. Por eso son tan populares, pero ¿sabías que pueden decir mucho sobre nuestra personalidad? Se han realizado muchos estudios sobre la razón por la que nos gustan tanto este tipo de programas y aquí hay algunos de los descubrimientos más interesantes.
A un paso del voyeurismo

Mirar programas como el de Kim Kardashian y su familia es atractivo para muchas personas porque nos ofrece un vistazo a una vida ajena. Es como ser un voyeur, pero sin cometer delito alguno. Según un estudio realizado en 2010 las personas que tienen más tendencias a tener conductas voyeuristas también ven más reality TV.
A muchas personas les gusta «vivir» a través de los personajes de la televisión, es más satisfactorio que la ficción porque estas personas existen en la vida real, pero de todas maneras entienden que las personas en la pantalla están actuando — dependiendo del género del programa, pueden estar creando drama para que el show sea más entretenido. Es una forma de entrar en la vida de otra persona, pero no es peligroso.
Si te gustan los programas de competencias: tienes mucha empatía

Podrías creer que la razón por la que tanta gente mira competencias de canto en la TV es porque quieren ver cómo Simon Cowell humilla a un participante que canta mal, pero esa no es la razón. De hecho, la razón por la que amamos este tipo de programas es porque sentimos empatía hacia los competidores.
Según un estudio publicado en el diario Journal of Media Psychology, las personas que ven muchos programas de competencias lo hacen porque los disfrutan y les gustaría participar de ellos. Por otro lado, también lo hacen porque les gusta seguir las historias de los personajes que les caen bien. En definitiva, no miramos estos programas para darnos el placer morboso de ver a alguien humillado, sino por la empatía que nos produce ver las historias reales plasmadas en la televisión.
Si ves programas sobre la rutina de otros quizás te sientas solo

Aquí van las malas noticias: los programas de reality pueden funcionar como una manera de satisfacer la necesidad de tener compañía. Las personas que tienen poca interacción con los demás y que son muy sedentarias son más propensas a mirar más programas de este tipo. Ver amigas salir de compras, o las hermanas Kardashian en su día a día puede satisfacer la necesidad de conexiones humanas, pero no es sustituto para las relaciones en la vida real.
Los reality shows son mucho más que solo un placer culposo. Pueden hacer que las personas solitarias se sientan más acompañadas aunque sea por un par de horas, nos da un respiro de la rutina y nos permite ver la vida a través de los ojos de otra persona. ¿Cuál es tu programa favorito?
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