Si acabas de empezar un nuevo trabajo, ten paciencia. Lo mejor se construye con el tiempo. Al principio, estarás un poco perdido y tendrás que adaptarte, pero las recompensas de tener algo de antigüedad valen la pena. Irás descubriendo nuevas cosas que se vuelven aceptables y dejarán de vigilarte tanto. Como en cualquier otra relación, una vez que cuentas con confianza, las posibilidades se amplían. Veamos qué ganas una vez que pasó el período de prueba en tu trabajo.
8 privilegios que ganas al tener antigüedad en tu trabajo

1. Conoces todos los chismes

Has estado tanto tiempo ahí que ya conoces las manías de tus compañeros, pero más importante, conoces sus historias. Desde romances de oficina hasta colapsos nerviosos, peleas y crisis, lo has visto todo y te consideras un sobreviviente.
2. Puedes llegar a tener gente a tu cargo y DAR ÓRDENES

Así es. Cuando recién llegaste, estabas en lo más bajo de la cadena de mando. Con el paso del tiempo, tu sector crece y ya tienes tus propios “esclavos”. ¿Las tareas más engorrosas? Ellos se encargan.
3. Puedes faltar a eventos corporativos y fiestas sin sentirte culpable

Ya no participas en todas esas actividades para “quedar bien” o por obligación. Formas parte del club de veteranos que saben distinguir entre tortura empresarial y verdadera fiesta. La presión ya no funciona igual en ti.
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4. Eres menos difícil de intimidar

Te han llamado la atención suficientes veces y has aprendido que no siempre puedes complacer. Como todos nos equivocamos, eres menos sensible a la crítica y sabes que a la larga se arregla. Defiendes más tu trabajo.
5. Sabes cómo pedirle las cosas a tu jefe

Su relación ya ha madurado y tienes mejores estrategias para persuadirlo. Eres más oportuno a la hora de pedir algo y es más improbable que te diga que no.
6. Eliges antes cuándo salir de vacaciones

¿Quién tiene prioridad para marcar las vacaciones? Tú, claro que tú. Algo similar puede pasar con otras decisiones: llegaste antes así que tu voz tiene más peso. Te tendrán en cuenta.
7. Mantienes a tus amigos cerca y reconoces potenciales amenazas
Ya sea en cuanto a convivencia laboral, relacionamiento o competencia, tu radar tiene más información y puedes detectar si te enfrentas a un mal humor pasajero o a una oposición sostenida. Siempre habrá gente que te antagonice y después de un cierto tiempo, ya los has identificado.
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8. Tienes mayor autonomía y poder de decisión sobre tu trabajo

Al estar más entrenado y tener una noción más clara de cómo funcionan las cosas a tu alrededor, podrás opinar con soltura y efectividad. Tu vuelo creativo está respaldado y tus jefes conocen tu criterio y tus aciertos.
¿Estás de acuerdo con nuestras razones para conservar el mismo trabajo? ¿Has ganado ya alguno de estos privilegios?

