Podemos darnos cuenta de que comienza diciembre por las decoraciones navideñas que predominan a nuestro alrededor y por el entusiasmo de las personas.
7 clásicas promesas que todos nos hicimos a fin de año (y no cumplimos)

La idea de un fin hace que exista la idea de un comienzo y todo comienzo trae algo nuevo. Por eso es que nos resulta muy tentador hacer promesas para el año siguiente, todos aquellos deseos que no pudimos cumplir este año, prometemos hacerlos el año que viene. ¿Te sientes identificado con estas promesas?
1. Prometo dejar de fumar
Una promesa que escucho cada año de mis amigos fumadores. La promesa se rompe cuando el primer día de enero prenden un cigarro para festejar la alegría que sienten...

2. Prometo desayunar BIEN todas las mañanas
Cuando el reloj no es tu mejor aliado, no sabes lo que significa desayunar sin apuro y bien. Eso hace que desayunes en el trabajo o a las apuradas, una promesa que se rompe cuando en enero te das cuenta de que es mejor dormir un poco más antes que cumplir con la promesa.
3. Prometo ir al gimnasio
Una de las promesas más comunes de esta época. Pero claro, el entusiasmo para ir al gimnasio dura el primer mes que te anotaste, solo el primer mes.

4. Prometo ver menos series en Netflix y ser más productivo
Nadie, ni siquiera tú, toma en serio esta promesa. Pero por un momento te sientes bien haciéndola, porque te sientes un poco menos culpable.
5. Prometo comer más verduras (y que no se pudran en el refrigerador)
Esta se encuentra dentro de las «promesas saludables» para el siguiente año. El problema es que no los malos hábitos no se solucionan simplemente porque comienza otro año.

6. Prometo anotar todos mis gastos
Llevar un control de todos tus gastos es justo lo que necesitas, cada nuevo año tu objetivo es muy claro, pero se diluye rápidamente cuando te resulta muy aburrido tener que controlar cada gasto que llevas.
7. Prometo dejar de prometer lo que no voy a cumplir
Cada promesa que haces en diciembre para el año siguiente, bien sabes que no la vas a terminar cumpliendo. Por eso tu gran promesa es de prometer lo que jamás vas a cumplir... Pero, tampoco cumples con esa promesa.
Nada mejor que reírse y disfrutar de las costumbres un poco peculiares que tenemos cada fin de año. Entre promesas y balances no hay que olvidarse que nada cambia si no queremos que cambie.









