Lifestyle

6 cosas a las que nos enfrentamos quienes trabajamos desde casa

El trabajo freelance ha reinventado por completo el estilo de vida de muchas personas que han susituido las jornadas de trabajo convencionales por horarios propios, una mayor autonomía y sí, una comodidad que pasa por establecer nuestra propia casa como campo de trabajo. 

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De ahí que las ventajas sean muchas, muchísimas de hecho, pero ser freelancer también conlleva estas 6 cosas a las que nos enfrentamos quienes trabajamos desde casa y que, seguramente, te arrancará alguna que otra sonrisa cómplice. 

1. Hablar solo

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Cuando trabajamos en una oficina, quejarse o hacer cualquier otro comentario conlleva poder hablarlo con nuestros compañeros, lo cual nos hace sentirnos más comprendidos y poder compartir impresiones.

Sin embargo, cuando hablamos solos en casa, especialmente cuando algo no ha salido todo lo bien que pensábamos, la situación adquiere un tono incluso siniestro. "Pensarán que estoy loco", nos decimos, y subimos el volumen de Spotify. 

2. Tener tortícolis

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Aunque pueda parecer un mal inofensivo en un primer momento, trabajar frente al ordenador nos hace adoptar posturas poco recomendables cuyos efectos secundarios pueden sorprendernos en cualquier momento.

Los fisioterapeutas y masajistas han encontrado en los freelancers una tipología de cliente al que, de cuando en cuando, los malos hábitos juegan malas pasadas.

3. Quedarse sin café

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Estar sentado y en casa conlleva la inquietante posibilidad de consumir tabaco y comida como si no hubiera un mañana sin darnos cuenta, hasta que comprobamos que la váscula marca más kilos de lo normal y nuestro cenicero está apunto de romperse.

Optamos por beber infusiones, zumos o refrescos, siendo el café nuestra bebida insignia durante esos días de trabajo. El problema llega cuando acudimos a la cocina y vemos que ya no queda.

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4. Ir mucho al baño

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Consecuencia directa del punto anterior. De hecho, y especialmente si bebemos mucha agua, a veces ya ni siquiera estiramos de la cadena. 

5. Tener pesadillas

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Trabajar desde casa conlleva una capacidad de organización más que necesaria si no queremos volvernos locos. De hecho, las personas que trabajan en una oficina encontrarán mayor facilidad para desconectar una vez salgan del trabajo y se suban en el subte.

Sin embargo nosotros debemos trabajar, comer y dormir en nuestro mismo lugar de trabajo, lo cual conlleva que muchas veces terminemos soñando con esos diseños y artículos pendientes o repasando la lista de tareas para el siguiente de forma inconsciente.

6. El sol, ese gran desconocido

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Seguramente, a muchos de nosotros se nos haya ocurrido que, al salir a la calle durante un largo rato, tras varias horas (o días) en casa, el mundo nos parece un lugar más desconocido: el sol nos resulta tan fascinante como molesto, el bullicio nos agobia o articular las palabras adecuadas mientras tomamos un café entre amigos se convierten en las peores consecuencias de la vida del freelancer. 

Seguramente, la mayoría de las personas que trabajan desde casa han experimentado en alguna que otra ocasión varios de estos efectos colaterales del freelancer, "pequeños" gajes de un oficio que nos reportan otras muchas alegrías que iremos desgranando en próximos artículos.