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10 ventajas de vivir solo por las que seguro quieres mudarte

Cuando llegas a casa por la noche y te ves solo surge en ti esa innata necesidad por abrazar, hablar con alguien. Posiblemente este sea uno de los pocos momentos en los que realmente te das cuenta de que eso de vivir o estar con alguien no está tan mal, pero cuando se trata de analizar las ventajas de vivir solo todo se ve con otros ojos.

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1. Puedes tener esa mascota que tanto querías

Vivir solo te permite tener un perro o un gato y mimarlo más que nunca, sentirte acompañado sin necesidad de que haya otra persona recordándote todos los pelos que el animal acaba de dejar por el pasillo. Aprovecha para adoptar una mascota, ahora es el mejor momento. 

Imagen Thinkstock

2. Puedes dejar la ropa por donde quieras

¿Dónde van los calcetines? ¿No te dije que los tenis iban mejor en el zapatero? ¿Y por qué te sigues poniendo esta camiseta vieja?

Cuando vives solo nadie te juzga por lo que haces, incluido el dejar la ropa sobre la silla, en el suelo o la cama. Sabes que no está bien, pero te da igual, la vida no es peor porque seas un poco desastre, especialmente cuando nadie te controla.

3. Tienes menos compromisos

Cuando vives en pareja la vida parece estar más llena de compromisos: los viernes y las cenas con sus amigos, la comida en casa de tus padres el sábado, la fiesta en tu casa para los amigos el sábado por la noche (y la consecuente limpieza), etc...

El tiempo que se supone es para relajarse está lleno de horarios y más tareas, algo que no ocurre cuando vives solo y puedes decidir si quedarte leyendo o salir de fiesta, permitirte llegar de madrugada dando tumbos o, simplemente, estar tumbado en el sofá sin hacer nada.

Imagen iStock

4. Tienes el sofá (y la cama) enteros para ti

Recuerda las posturas imposibles que tienes que hacer para estar cómodo cuando compartes sofá con otra persona mientras intentas prestar atención a la película.

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Respecto a la cama, el asunto se vuelve más melancólico, pero cuando se trata de confort y amplitud nada es comparable a una cama de matrimonio ocupada por un soltero. Aunque también puedes seguir durmiendo acompañado algunas noches (tú me entiendes).

5. Puedes mirar tu serie favorita sin restricciones

¿Cuántas veces hemos cedido a ver la serie o película que quería nuestra pareja mientras nosotros preferíamos otra? El binge-watching estando soltero es posiblemente una de las mayores bendiciones a las que puede sucumbir una persona que vive sola. Y lo sabes.

Imagen Warner Bros. Pictures

6. Tú y tus manías

Cenar de pie en la cocina algo rápido, salir de tu cuarto a media noche para fumar un cigarrillo, poner la calefacción en el salón media hora antes, poner tu canción favorita a todo volumen mientras te preparas el café de la mañana...

La rutina de la persona que vive sola está llena de pequeños placeres que otros nunca entenderían. 

7. Puedes hacer ruido 

Hasta ahora parece que todos los ítems iban ligados a la pareja pero, ¿qué ventajas ofrece el vivir solo sin compañeros de piso? Entre otras cosas, que no tienes que parece un ladrón de guante blanco entrando a robar en una casa cuando vuelves de fiesta cada sábado.

Puedes ducharte, tararear la canción que bailaste en la discoteca y, en caso de volver acompañado, hacer todo el ruido que quieras.

Imagen iStock

8. Nadie discute por fregar

Sí, el fregadero es el punto angular de toda relación entre compañeros de piso, el campo de batalla donde se libran las guerras frías, en la que un simple plato sin fregar es señal de revancha y cuya constante limpieza por tu parte se convierte en un inexplicable acto de ira contenida. Tal tensión no existe cuando vives solo. 

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9. Puedes organizar una fiesta sin consultar

Puede que tus compañeros de piso sean fiesteros y se apunten a todas tus celebraciones pero, ¿y si no?

Pues que a la una de la noche les tendrás golpeando la puerta del comedor pidiéndote bajar la música y seguramente den buenos portazos por la mañana mientras tu duermes. Juego sucio. 

Imagen Thinkstock

10. Nadie discute por pagar las facturas

Ni por saber quién utiliza más el calefactor o el que se ducha durante una hora. Paz absoluta.

Estas ventajas de vivir solo confirman las muchas bendiciones que supone el hecho de no depender de otras personas para pagar facturas, limpiar, organizar fiestas, hacer más o menos ruido o llevar a cabo compromisos que no te apetecen. Padre, pareja, compañeros de piso, personas que en algún u otro momento te limitarán si vivís bajo el mismo techo.