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10 cosas que los millennials de los 90 fuimos los últimos en hacer

Somos los millennials que vivimos la transición entre lo analógico y lo digital y, si eres uno de nosotros, seguramente hayas hecho algunas de estas cosas que los chicos de hoy en día nunca tendrán el privilegio (¿o la desgracia?) de hacer.

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« Kids react» es una serie de videos de YouTube que me dan muchísima nostalgia. Los realizadores les muestran una serie de artículos «antiguos» a un montón de niños y después filman sus reacciones. En un episodio, los niños se encontraron con un artefacto que, para ellos, parecía salido de la edad de piedra: un iPod de primera generación. Si supieran que nosotros crecimos grabando canciones en un cassette pensarían que somos abuelos, pero no lo somos.

Si tienes más de veinte años, seguramente hayas pasado por alguna de estas cosas:

1. Entrar a Internet era todo un ritual

Antes de que Internet fuera algo omnipresente, tenías que esperar todo el día para poder llegar a tu casa y entrar a tus sitios favoritos. Pero eso no era todo, también tenías que asegurarte de que no hubiera nadie en el teléfono, conectar el cable y esperar un par de minutos para conectarte.

No era como ahora, tomaba su tiempo y podía ser algo molesto, pero jamás olvidaremos la emoción cuando la computadora dejaba de hacer el ruido que tanto conocemos y por fin podíamos «surfar» la web.

2. Computadoras enormes

Nuestras primeras computadoras eran tan grandes que ocupaban la mitad de nuestras habitaciones. Entre la torre, el teclado y la pantalla, no podíamos simplemente levantarlas y llevarlas a donde necesitábamos como hacemos ahora con las laptops.

Además, eran lentísimas, tenían poca memoria y ni hablemos de la calidad de los juegos. Este es un artefacto de la nostalgia que perfectamente podemos dejar en el pasado.

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3. Alquilar películas, ¡en un videoclub!


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Sabemos que algunos aún existen, pero podemos afirmar que  los videoclubes están en extinción. Antes, teníamos que ir a lugares físicos a buscar películas y, si eras un cinéfilo, podrías pasarte horas buscando una película que no hubieras visto entre la limitada oferta de los videoclubes de tu barrio. A su vez, los empleados te conocían tanto que sabían exactamente lo que te podría gustar.

Por otro lado, también había algunas reglas de cortesía para seguir. No podías demorarte mucho en devolver la película porque tenías que pagar una multa y, para los que usábamos VHS, no había cosa más grosera que devolver una película sin rebobinarla antes.

4. Nuestros celulares no eran nada inteligentes

Eran más grandes que una patata y de inteligente no tenían nada, pero cómo los queríamos. El Nokia 1100 era como un ladrillo y solo podías jugar a la viborita. Pero te aseguramos que puede sobrevivir hasta el apocalipsis. 

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Los smartphones de ahora son tan completos que poder hacer llamadas es tan solo un detalle, pero nunca van a superar el cariño que les teníamos a nuestros teléfonos plegables ni la emoción que sentimos cuando empezaron a salir los primeros celulares con cámara. 

5. Usar las cabinas telefónicas

Phone Booth es una película de 2003 en la que Colin Farrel es acechado por un asesino que lo tiene en la mira y que lo va a matar si se atreve a salir de una cabina telefónica. Eso es todo, 80 minutos de Farrel adentro de una cabina muerto de miedo y nada más. Hoy en día no podría funcionar porque, ¿cuándo fue la última vez que viste un teléfono público?

Nosotros sí que los usamos y a mucha honra. Hoy en día es casi impensable porque hasta los niños de preescolar tienen celulares.

Antes eran gigantes, caros y no tenían juegos, así que, por lo general, los padres los tenían y los niños nos teníamos que arreglar con un teléfono público cada vez que necesitábamos hablar con alguien en la calle. 

6. Grabar nuestras canciones favoritas en un cassette

Todos los días escuchábamos el top 40 del pop y esperábamos a que llegara la canción que nos gustaba con el dedo sobre el botón de grabar. Antes de que llegara Spotify a nuestras vidas, así era como conseguíamos la mayoría de la música que nos gustaba y construíamos mixtapes de nuestras canciones favoritas.

También hacíamos mezclas especiales para regalarles a nuestros amigos y novios. Nada decía «te quiero» como un pedazo de plástico con un montón de canciones que expresaban tu cariño por tus amigos.

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7. Las citas sin ayuda digital

Imagen Shutterstock

Antes de Tinder no podías desplazar el dedo a la izquierda si alguien no te gustaba. Para conseguir citas previo a Internet tenías que hacer como se hizo siempre: cara a cara.

¡No sé cómo lo lograban!

8. Íbamos cargados de tecnología

Necesitabas un iPod o un discman con una pequeña colección de discos para escuchar música; para comunicarte, un celular; y para acordarte de las cosas importantes, una agenda electrónica.

Entre tantos gadgets electrónicos que teníamos casi que teníamos que cargar un bolso aparte. Ahora tenemos todo, y más, en un dispositivo que cabe dentro de la palma de nuestras manos.

9. Sufrimos por estos problemas con la TV

Si eres un millennial viejo puedes identificarte con estos problemas: tu televisor se veía mal, tenías que acomodar la antena o tu reproductor de video no funcionaba y tenías que soplarlo para poder ver tu  VHS favorito. O, lo peor de todo, cuando tus cintas ya estaban tan gastadas que las películas se veían cortadas. 

10. Enterarte tarde de las noticias

Las noticias nos llueven a toda hora. Apenas abrimos los ojos y ya sabemos qué fue lo que desayunó el hombre más rico del mundo esta mañana. Pero no siempre fue así. Antes de la invasión de los smartphones y del internet accesible desde todas partes teníamos que esperar a ver las noticias o leer los diarios para saber lo que estaba pasando en el mundo. Ahora sabemos lo que sucede a cada minuto en cualquier rincón del mundo y eso es tan increíble como enloquecedor.

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¿Cuál de estas situaciones te trajo más nostalgia? Conectarse a Internet —y entrar al MSN— es uno de mis mejores recuerdos