Al igual que el cuidado de las manos, el de los pies también es muy importante. Y no solo es por una cuestión de estética justo ahora que llega el calor y todas andamos de ojotas o sandalias abiertas, si no por que le hace bien a tu salud. Con solo mimar tus pies media hora a la semana te sentirás mejor, disminuyendo las molestias y dolores. Y lo mejor es que hay simples tratamientos que puedes hacer en casa. Hoy te contamos más de ellos.
Pies perfectos: tratamientos hogareños

PIEDRA PÓMEZ
Qué conviene: Aunque es un material muy antiguo, se sigue usando por el beneficio que aporta a los pies. Se frota sobre las zonas endurecidas.
Qué evitar: No se usará en caso de grietas ni uñas encarnadas en la piel porque puede incrementar el problema: porque la piedra pómez realiza una acción exfoliante que descapa la piel endurecida como si fuera una especie de borrador.
Una sugerencia: Reblandecer la piel de los pies con un baño de agua caliente, antes de masajear las zonas de piel dura o gruesa con la piedra pómez.
ACEITES PARA SUAVIZAR
Qué conviene: Con tan solo aplicar, en la zona a tratar, unas gotas de aceite esencial diluído en una solución grasa se consigue transformar, de forma rápida, la aspereza de una piel casi agrietada en una epidermis suave y esponjosa.
Qué evitar: Aplicar aceites durante el día, sobre todo en pies sudorosos o con tendencia al frío, porque la grasa que aportan intensifica la natural.
Una sugerencia: Los talones agrietados y resecos recuperan su hidratación con sólo aplicar fórmulas ricas en aceites. Para incrementar la acción, conviene masajear el producto durante la aplicación, así como ponerse calcetines por la noche.









