Todas queremos tener una piel hidratada, rejuvenecida y suave al tacto. Pero usar protector solar e hidratar el rostro con una crema no alcanza, ¿por qué? El problema son los agresores externos generados por la polución ambiental.
¡No podrás creerlo! Esto es lo que genera la polución en la piel

La polución no solo está destruyendo a nuestro planeta, también impacta directamente sobre nuestro cuerpo ya que afecta la integridad, sensibilidad e hidratación de la piel. La clave está en identificar el daño causado y aprender a protegerla de los agentes tóxicos.
¡Informate y descubrí los mejores tips para una rutina antipolución! Son muy simples, solo tenés que ponerlos en práctica...
El daño silencioso

Las partículas contaminantes del aire, el calor y los rayos UV son agresores que afectan nuestra piel. El primer daño que causan estos factores es la oxidación del sebo, luego alteran la barrera de la piel y así es como penetran e inflaman las células de la dermis.
El impacto de la contaminación ambiental en la epidermis se traduce como deshidratación, descamación excesiva, exceso de sebo y piel hipersensible. En los casos más extremos, la polución atmosférica se vuelve la causa de algunas enfermedades inflamatorias de la piel como los eczemas, la dermatitis atópica, la urticaria o las alergias, entre otras afecciones.
¿Sabías que el acné también puede ser producto de la polución? Tal vez no notes a diario las marcas de los agresores, pero la verdad es que estos ataques impactan sobre nuestra piel de forma silenciosa. Eso no significa que a mediano o largo plazo no salten a la luz. Pero, proteger tu piel es posible, ¡solo falta descubrir cómo!
¡Hasta acá llegó el daño!

La piel actúa como barrera frente a las diferentes temperaturas, a las partículas de polvo y a los rayos UV. (De hecho, el daño que causa la luz solar combinada con la contaminación es mucho mayor que el de los 2 factores por separado).
¿Cómo cuidarla? Te damos una rutina simple: usá agua micelar para remover el maquillaje y los contaminantes primero. Luego aplicá un corrector que fortalezca la barrera cutánea y no te olvides del protector solar con un factor bien alto. Este último también evita que las partículas de polvo se adhieran a tu cara. Por su doble función, deberías reaplicar el protector cada 2 horas incluso en invierno, ¿sabías?
Con este simple procedimiento, estarás eliminando el 95% de los agentes contaminantes. Si aplicás esta rutina de belleza contra la polución a la mañana y a la noche, verás resultados increíbles. ¿Cómo puede ser que nadie nos haya dicho esto? ¡Tranquila, siempre hay una primera vez! Ahora, cuidar tu piel depende de vos...









