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¿Eres adicta al trabajo?

Vivimos en una época en que trabajar no es un privilegio sino una necesidad, así goces de una vida cómoda, las mujeres de hoy buscamos superación personal e independencia, sin mencionar la parte económica.

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Sin embargo, esta necesidad de salir adelante puede fácilmente tornarse en nuestra contra convirtiéndonos en adictas al trabajo. ¿Te suena familiar?

Síntomas de la adicción al trabajo

Imagen Thinkstock

Como con cualquier adicción, el primer paso es aceptar el problema para poder trabajar sobre éste y ya sea que te hayas topado de casualidad con este artículo o lo hiciste para buscar más información sobre tus sospechas, con el siguiente listado puedes identificar los principales síntomas de que estás siendo adicta a tu trabajo.

Dejar de lado actividades cotidianas

¿Has sustituido actividades como salir a caminar, jugar con tus hijos, ver tele, por estar trabajando? Esto puede ser un indicio de adicción al trabajo.

Es muy diferente tener rachas de más trabajo, que nos implican concentrarnos más o dejar de lado algunas actividades por cumplir con la entrega de un reporte, hacer inventarios, etc., que preferir por gusto trabajar.

No tener descansos

Aunque la oficina esté cerrada o salgas de vacaciones con la familia, si notas que te la pasas pegada al teléfono o a la computadora, pensando en estadísticas gráficas y demás pendientes a altas horas de la noche y en domingo sin que nadie te lo pida, es una señal de alarma.

No hay límites

No te preocupa quedarte trabajando en tu hora de comida, cancelar citas o reuniones por continuar con los reportes. Eres la primera en llegar y la última en irte, son síntomas de una adicción al trabajo.

Algunas causas de ser adicta al trabajo

Imagen Thinkstock

Después de hablar de los síntomas, me gustaría analizar un poco más qué es lo que nos lleva a este comportamiento adictivo, aunque cada caso es diferente y los motivos, comportamientos, circunstancias, pueden variar. Esto lo he observado incluso en mi propia experiencia y la de quienes me rodean y es lo siguiente:

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Necesidad económica

Lo que comienza con una necesidad económica, lo cual es un aspecto que a la mayoría nos impulsa a buscar un trabajo, puede salirse de control. Me ha pasado muchas veces que me sobrecargo de trabajo esperando una remuneración mayor, pero cuidado; la línea entre el éxito y la avaricia es muy delgada.

Personalidad controladora, exigente, ansiosa

Las personas con esos rasgos de personalidad son más propensas a volverse adictas al trabajo, por la necesidad natural de querer que todo marche a su gusto, tiempo y condición. Si notas que te cuesta delegar responsabilidades, que prefieres hacer las cosas por ti misma aunque no sean tu responsabilidad y te frustras por no poder controlarlo todo; cuidado, estás en camino a convertir tu trabajo en una adicción.

Alimentar el ego

Que tu jefe te felicite y te diga que nadie más hace mejor trabajo que tú y por ello, te pide u ofrece el quedarte tiempo extra, doblar turnos y hacer mucho más para que note lo eficiente que eres, alimentando tu ego, también puede llevarte a la adicción por el trabajo.

Son muchas las causas así como la forma en que se refleja dicho problema, lo ideal es siempre tener un equilibrio y detectar signos de alerta. Recuerda que trabajamos para vivir y no vivimos para trabajar.

¿Te ha pasado?