Cuando se acerca el verano, todas las menciones al mar son para llamar la atención sobre los problemas que la sal, el sol y el calor causarán en nuestra piel y en nuestro pelo. En lugar de unos meses de alegría, desenfado y relax, parece que nos acercáramos a una zona en peligro de explosión nuclear. Y tampoco es eso ¿no?
El mar, cura de belleza

El mar produce beneficios en nuestro organismo incluso si no nos sumergimos en él, su simple presencia nos relaja, regula nuestros ciclos menstruales, nos llena de energía y mejora los problemas de insomnio. Merece que le miremos con un poco más de cariño.
Prometemos protegernos del sol, prometemos hidratar nuestra piel y nuestro pelo antes y después y prometemos aprovechar hasta el último beneficio que nos aporte. ¡Allá vamos!
Beneficios del mar para la belleza
Camina por la orilla, estírate, alarga cada músculo de brazos, tronco y piernas, mueve tus dedos entre la arena y no podrás encontrar un mejor exfoliante.
Camina con el agua hasta la cintura, media hora de caminata será como 2 horas de ejercicio en tierra ¡y casi ni lo notarás!
Si el agua está fría, el efecto termo regulador de tu cuerpo hará que se acelere el metabolismo para reponer la temperatura, lo que hará que, duranto un rato, quemes calorías más rápido.
Nada. No vas a ir al equipo olímpico de natación. Da igual que tui estilo no sea perfecto, pero es un gran ejercicio que masajeará todo tu cuerpo, lo tonificará y, por la presión y el masaje del agua, te ayudará a deshacerte de la celulitis.

La piel absorbe los minerales y nutrientes del mar mientras estás sumergida, si después te enjuagas con agua dulce enseguida e hidratas la piel no solo no te resecarás (como dicen las malas lenguas) sino que tu piel lucirá espléndida y tú estrás de un magnífico humor.
Túmbate en la orilla y deja que la arena te exfolie y el agua, al ir y venir, te de un placentero masaje.
Si tu piel es grasa, la sal regulará la producción de sebo y si la hidratas con un producto adecuado que no la obstruya podrá mantener su mejoría durante todo el año.
La orilla del mar, su aire, su presión son por sí mismas un gigantesco spa que deberías aprovechar. Relájate, cierra los ojos, inspira hasta sentir tu abdomen lleno y deja salir el aire poco a poco.
Sé consciente de los cuidados que necesitas, toma precauciones, no pretendas broncearte en un solo día y protege pelo y piel de los dañinos rayos solares y sus consecuencias, pero no por eso dejes de recrearte con las cosas buenas que la naturaleza pone a nuestra entera disposición.
No dejes de disfrutar los beneficios del mar, el sol y el buen tiempo en tu piel y en tu ánimo. ¿Lo recordarás?









