Además de la exploración anual que debes hacer a tu dermatólogo, es crucial que le des a tu piel una ojeada mensual por tu propia cuenta. A veces dicen que la cura puede ser peor que la enfermedad y lo cierto es que con la piel pasa lo mismo. Si nuestra piel no está del todo bien, los tratamientos y cremas que apliques pueden tener un efecto no deseado.
Aprende a realizar tu autexamen de piel

Sigue estos sencillos pasos y si ves algo sospechoso, pide turno con tu médico lo más rápido posible. Recuerda siempre: prevenir es mejor que curar, y además, tu piel se lo merece.
1. Mirate en un espejo a la luz natural.
Ten cerca un espejo de mano, así puedes inspeccionar zonas del cuerpo difíciles de ver como la espalda y el cuello.
2. Empieza en la punta de los pies.
Y sigue a lo largo de tus piernas, torso, espalda y brazos, debajo de las lolas, examinando cualquier lunar o marca que pueda tener algún cambio de mes a mes.
3. El ABCD de los lunares "malos".
A de asimetría (que un lado sea mayor que el otro), B de bordes (que sean irregulares), C de color (que un lunar presente diferentes tonos), y D de diámetro (que sea mayor a 5 milímetros).
4. Anota lo que ves de cualquier mancha.
Incluyendo su localización y síntomas específicos, así vas a tener los detalles que necesitas contarle a tu dermatólogo en la consulta.
5. No olvides tu cabeza ni tu pubis.
Usa espejo de mano para mirarte los genitales y un secador de pelo para poder ver tu cuero cabelludo cuando el aire vaya separando tu pelo.









