Técnicas para crear ambientadores
Hay variedad de técnicas para crear ambientadores , lo más sencillo puede ser utilizar un cesto de mimbre o un recipiente de cerámica, en donde colocaremos las plantas, flores, y especias que elijamos. Por ejemplo: hojas de eucalipto, ramas de hierbabuena, hojas de salvia, laurel o mirto, pétalos de rosa y algunos trozos de vainilla, canela y jengibre. Cuando el aroma pierda su intensidad lo reavivamos con un poco de alcohol o esencia de rosas.
Las velas aromáticas y los inciensos son una opción muy conocida, pero amenos que los fabriquemos nosotros mismos, no estaremos usando nuestras manualidades.
Otra opción consiste en comprar un pequeño recipiente de vidrio y llenarlo con aceites esenciales aromáticos, podemos decorarlo para que sirva a su vez de adorno. En éste caso podemos experimentar en la mezcla de fragancia para lograr aromas originales.
Si el aroma nos resulta demasiado intenso utilizaremos alcohol para atenuarlo.
También podemos realizar un Popurrí aromático. Esto consiste en mezclar flores y otros productos vegetales con perfumes y aceites. Las bolsas de popurrí se pueden encontrar fácilmente en tiendas especializadas y grandes superficies. Para elaborarla usaremos pétalos de flores recolectados del jardín o compradas, las dejamos secar en frascos poco profundos con una capa de arena por un período de dos semanas. Otro método es utilizando toda la flor: se cuelga por el tallo boca abajo.
Cuando se hayan secado, colocamos los pétalos en un tarro de cristal que completaremos con aceites aromáticos (de lavanda, laurel, jengibre, almendra, eucalipto, clavo, etcétera), piel de frutas (cítricos, por ejemplo, que ofrecen fragancias muy frescas), algunas especias, así como hierbas medicinales y aromáticas. Debes experimentar hasta que llegues al perfume que deseas. Cuando te hallas decidido cierras el recipiente herméticamente y lo agitaras diariamente por lo menos una vez.
Luego de un mes, el ambientador estará listo, colocaremos la mezcla en bolsitas de tela decorada, que pueda transpirar, o en frascos de cristal, que abriremos cada cierto tiempo para esparcir la fragancia por las habitaciones.