Cuando se decide colocar tarima flotante, muchas veces se hace una elección buscando un efecto desde el punto de vista estético y decorativo y se pierden de vista algunas consideraciones de tipo funcional.
Tarima flotante de roble

Se suele escoger una madera que acompañe la construcción y la decoración del sitio donde se la colocará y no siempre se tiene en cuenta si el tipo de madera de la tarima flotante es el mas apropiado y cuales son sus características. Debemos considerar la dureza de la madera, sus vetas, su tiempo de estacionado y lo principal, si tiene la resistencia adecuada para el uso y transito que recibirá donde se la va a colocar.
La tarima flotante en roble, es una de las más populares ya que el roble es una madera abundante, pesada, de una densidad media, de fácil mecanización y puesta en obra para diferentes aplicaciones en todo tipo de pavimentos, desde entablados, entarimados, parquet traceado, lamparquet, tarima tradicional, tarima flotante, entarugados, etc.
Algunas de las características que hacen del roble una madera especial son: su color claro, que puede variar desde un tono pardo amarillento hasta un marrón; su textura un tanto irregular, aunque con fibras rectas, poros anchos que hacen que las vetas que se generan al realizar cortes tangenciales sean muy marcadas.
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El roble, es una madera fácil de trabajar, a la hora de cepillarla, lijarla, encolarla y clavarla además con un buen barnizado no presenta mayores problemas de acabado y posterior mantenimiento.
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Estas son algunas de las cualidades que hacen que una tarima de roble flotante sea una buena elección de pavimento para colocar.
Vía: decoración de hogar








