Los manualistas son acumuladores: ¿Mito o realidad?

De los aficionados a las manualidades se dicen muchas cosas: que si son buenos pintando, que son muy creativos… Pero también se dice que los manualistas siempre almacenan demasiadas cosas. ¿Hasta qué punto es eso cierto? Descubramos si se trata de un mito o de una hecho probado juntas.

Aprovecharlo todo

“¿Vas a tirar eso? Espera que yo lo guardo”. ¿Te suena esta frase? Seguro que te has sorprendido a ti misma diciéndola alguna vez o se las has oído decir a alguna amiga para salvar algún elemento con el que poder hacer manualidades.

No es extraño pedir a nuestros familiares y amigos que nos ayuden a conseguir botellas de plástico o tapones de refresco para realizar artesanías. Y es que hacer manualidades con elementos reciclables es sencillo, pero conseguirlos no tanto. Sobre todo cuando se necesitan muchos elementos, como las tapas de plástico, o materiales más específicos, como una caja de verduras.

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La verdad es que cuando se sale de los materiales típicos a la hora de realizar artesanías, y nos queremos poner realmente creativos es necesario un tiempo para conseguir todos los materiales necesarios, por lo que hay que pedirlos y almacenarlos hasta tener todo listo para crear. No es lo mismo realizar una manualidad con cartón que con cristal y pintura en aerosol.

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Cuando se convierte en un problema

A veces ocurre que por no querer desaprovechar nada acabamos almacenando demasiadas cosas en casa, casi siempre materiales reciclables y que no tienen ningún otro uso más que el de ser posibles manualidades algún día. Y es en este punto, cuando el trastero empieza a llenarse de objetos inútiles o cuando empezamos a acumular demasiadas cosas para realizar manualidades que el querer aprovecharlo todo se puede convertir en un problema. Es en estos casos cuando tenemos que empezar a ser realistas y darnos cuenta de lo que de verdad vamos a utilizar o de las cosas que ya no nos interesan para crear artesanías.

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Guardar con cabeza

Así que, aunque en algunos casos sí es verdad que los manualistas pueden ver provechosas cosas que para el resto no tienen ningún valor, no significa que lo guarden todo. Lo importante es saber almacenar cosas realmente útiles y no obsesionarse con las que cosas que no hemos sabido aprovechar. Para mantener siempre tu rincón de las manualidades limpio, no olvides esta regla: si lleva más de tres meses ahí y no se ha tocado, tíralo. Ya no lo vas a usar.