Disponer un espacio de nuestro hogar, por más pequeño que este sea, destinado a albergar plantas y flores, es realmente necesario. Toca casa debería contar con la compañía de estas delicadas criaturas. Son bellas, decorativas, y su cultivo es, sin duda, un arte. Motivo por el cual, ha sido motivo de inspiración desde épocas muy lejanas, de técnicas para su conservación y cuidado.
Cultivo en agua: la hidroponía

Uno de esos métodos, y muy recomendables, para llenar de vida nuestro hogar, es la hidroponía.
Se trata de una técnica que significa, literalmente, plantar en agua. Y si, eso es lo que hace, le dice adiós a la tierra, el abono y pesticidas, para desarrollarse como un método muy limpio, práctico y sobre todo eficiente.
Esta técnica consiste en agenciarnos de un recipiente de agua, donde agregando las condiciones necesarias, podemos mantener con vida una hermosa planta. Sí, casi como cuando colocamos flores en un jarrón. De hecho, esta acción es un precedente de la hidroponía, pero si lo que buscas es vestir tu hogar de verde, tendrás que esforzarte un poquito más.
La hidroponía, proviene de tiempos ancestrales, se cree que se practica desde hace unos 100 años atrás. Mas no importa cuando apareció, durante toda su historia, siempre ha garantizado un resultado formidable y condiciones de mantenimiento muy económicas a largo plazo.
Para realizarla, necesitas conseguir primero, un recipiente con el tamaño ideal, respondiendo a las plantas que quieras ver crecer y al espacio con el que dispongas en casa. Es recomendable, además, que presente una profundidad de 25 a 30 cm.
Debes considerar también el aspecto de iluminación. Procura que el depósito sea opaco, así, en el momento de exponerla a la luz, esta no dañará las raíces. Averigua cuanta luz va a necesitar, recuerda que hay especímenes que crecen mejor en la sombra. Lo que te faltaría es agregar agua, que puede ser de lluvia o potable, adicionar una solución nutritiva que se encargará de mantener saludable a tu planta y un sustrato, que mantendrá en el fondo del recipiente a las raíces.
Un consejo adicional, vela siempre por su “salud” y aléjala de ambientes contaminados, como lugares donde se esparza mucho polvo, o existan emisiones de humo o gas.
Puedes aplicar la técnica en casa, y si cuentas con mayor disposición de espacio, podrías usarla para tener tu propia huerta. Los vegetales que obtengas serán totalmente sanos y libres de químicos.
Esta es una técnica, que fácilmente puede atraparte, convirtiéndose en un pasatiempo muy relajante, y ten por seguro, los resultados no te decepcionarán.








