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Cómo reparar una puerta corrediza

Las mujeres multiuso de hoy hacemos de todo, entonces ¿por qué no reparar también todo lo que se rompe en casa? Por eso en esta oportunidad te muestro cómo arreglar una puerta corrediza de forma muy fácil y en tiempo récord. ¡Yo que tú no me lo pierdo!

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Cuando ya ves que la puerta no anda bien puede ser que tenga alguno de estos tres problemas: no corre como debería, se salió del carril por donde corre, o el carril está roto; por eso te mostraré cómo arreglar cada una de estas fallas tú misma en casa. ¿Estás lista?

La puerta no corre

Si tienes problemas para correr la puerta y eso ya te está poniendo los pelos de punta, lo mejor es que le eches un vistazo a los rodillos porque lo más probable es que sean la causa de este problema. Tendrías que chequear que están correctamente encajados en el carril; si lo están, entonces tendrás que sacar la puerta para averiguar cuál es el problema.

Primero quita ambos topes de la jamba superior y de la jamba de uno de los lados de la puerta para que así puedas sacarla. Una vez que la hayas quitado del carril, revisa los rodillos para ver si se rompieron o si solamente están sueltos. Si el problema es con los rodillos, solo tienes que ajustarlos si están sueltos o reemplazarlos si están rotos. Recuerda que aunque solo uno esté roto, deberás reemplazar ambos para que sean iguales y no tener complicaciones futuras. ¿Lo intentarás?

La puerta se salió del carril

Imagen Thinkstock

Esto ya es un poco más complicado de reparar, pero para nosotras las mujeres no hay nada imposible, así que allá vamos. Lo primero y principal es quitar la puerta para poder repararla porque no podrás colocarla sobre el carril sin quitarla primero. Toma un cuchillo de cocina y rompe el sello de pintura que está alrededor de las molduras de los topes en cada jamba de la puerta, y luego quita las molduras con un cincel o destornillador.

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Luego, pon en posición la puerta hasta que esté centrada en el espacio donde va, inclínala hacia adentro y extrae los rodillos fuera del carril superior. Ya que estás puedes revisar el estado de los rodillos y verificar si debes cambiarlos o no, porque quizás sean la razón por la que la puerta se salió del carril. Una vez que tengas los rodillos listos, vuelve a colocar la puerta sobre el carril.

El carril está roto

¡Esto si que es un problema! No te preocupes, aunque reparar el carril de la puerta sea un poco más difícil porque está dentro de la tronera, tú podrás lograrlo. Solo tienes que meter tu brazo en la tronera y asegurarte de que el carril está bien atornillado; si no lo está, haz lo mejor que puedas y ajusta los tornillos. En caso de que tengas que quitar todo el carril porque el problema no son los tornillos desajustados, lo mejor es que llames un profesional que te de una mano. 

Ahora que  tu puerta quedó como nueva, sigue con las reparaciones y aprende cómo arreglar una gotera del grifo solo en 4 pasos y a reparar un zócalo de madera. Todo bricolage casero, ¡me encanta!