Cómo cultivar lechuga en casa

Las lechugas son de las hortalizas más fáciles de cultivar. La manera de cultivarlas es muy semejante a las acelgas y a las espinacas. A continuación, te enseñamos cómo cultivar lechuga en casa.

El suelo adecuado para las lechugas

El suelo para cultivar lechugas suele ser el mismo que el de las acelgas y las espinacas, un suelo fértil bien drenado, rico en materiales orgánicos y de preferencia con un pH alrededor de 6,0 a 7,0. Para saber qué nivel de pH tiene nuestro suelo, podemos compra un kit para medir el pH o llevar una muestra con los especialistas del vivero local. Si nuestro suelo tienen un pH más ácido podemos nivelarlo usando abono y cal. 

En general las lechugas crecen bien bajo el sol, pero también toleran bien las zonas sombradas. Una forma de nivelar la luz solar que les da a las lechugas es sembrándolas entre otras plantas, como acelgas y tomates, así tendrán sombra y luz.

Consejos para plantar lechugas

Las lechugas pueden sembrarse a partir de semillas o cuando son plántulas. En cualquier forma crecerán en el jardín. Para sembrarlas directamente de semillas solo tendremos que poner turba húmeda en una maceta o almacigo y plantar la semilla a ¼ de pulgada de profundidad. Mantendremos húmeda la tierra y en un lugar donde les dé bastante luz solar o luz artificial. La germinación de las lechugas es mejor hacerla unas semanas antes de las últimas heladas, así podremos trasplantarlas al comienzo de la primavera.

Aunque las lechugas crecen mejor bajo la luz del sol, no es recomendable que las plantemos en verano, menos aún si es caluroso pues podrían dañarse por el calor. Lo mejor es plantarlas al comienzo de la primavera con unas semanas de diferencia entre ellas para para tener más lechugas al momento de recolectarlas. Las lechugas son plantas muy apropiadas para siembras escalonadas.

El riego adecuado para la lechuga

Al igual que las acelgas y las espinacas, las lechugas requieren de bastante humedad. No es aconsejable pasarnos de agua, con que tengan humedad continua es suficiente. El agua es necesaria sobre todo cuando el clima se torna muy caluroso. Cuando el clima es caluroso pero lluvioso no es necesario que las reguemos de más.

Las plantas de lechuga se riegan generalmente una o dos veces por semana, pero en sequias o climas secos este riego aumenta. Una forma de mantener la humedad en la tierra y que no tengamos que regar demasiado seguido es instalando un sistema de goteo o poniendo una capa de mantillo y composta en la tierra.

Plagas de la lechuga

Las lechugas al igual que las acelgas y las espinacas, casi no tienen plangas o enfermedades, pero algunos depredadores pueden ser las babosas, los caracoles y los gusanos medidores. Una forma de mantenerlos apartados mientras crecen nuestras lechugas es poniendo un cerco de papel resistente alrededor de las plántulas, para el resto de los depredadores podemos usar cenizas de madera, las cuales renovaremos después de las lluvias. 

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