Nunca es bueno sacar las cosas de su contexto, y menos cuando pueden suscitar intensas críticas con fuerte repercusión social. Es precisamente eso lo que sucede al ver una propuesta colectiva en contra del merchandising de un anime, y cómo las cosas se degeneran para satisfacer esa necesidad de pensar que todo lo diferente es malo.
La camiseta de la discordia y la violencia en el anime y el manga

El anime (y manga, originalmente) en cuestión es Assassination Classroom, y es el centro de un debate generado a raíz de una de las tantas prendas de vestir creadas sin licencia. Es que si pensamos en productos personalizables son quizá las camisetas el ejemplo más obvio, con la posibilidad de tener imágenes, frases, logos, o la combinación de estos diversos elementos. Pero el contexto es sumamente importante en este caso, donde el resultado puede ser tan delicado que genere mal sabor de boca incluso a los fanáticos de la serie.
Todo surge a partir de la frase " Keep calm and kill your teacher" (" mantén la calma y asesina a tu maestro"), una mezcla del famoso meme inspirado en el póster británico de la Segunda Guerra Mundial y el objetivo de la serie anime Assassination Classroom, donde los alumnos tienen como objetivo asesinar a su maestro, un ser artificial dispuesto a acabar con la humanidad si antes no acaban con él.
Lo que para algunos es un chiste interno sobre su anime favorito, para otros es una declaración violenta y una directa apología al delito... cosa que para aquellos malintencionados de siempre, resulta fácilmente asociable, y suma argumentos a su causa.
Más allá de esta campaña en el popular sitio change.org (de dudoso objetivo, por cierto, ya que más allá de difundir opiniones son escasas las veces que realmente sirvió de algo), siempre ha existido ese vínculo entre la ficción y el crimen, que acusa a los cómics, el anime o manga, el cine, los videojuegos y hasta la música, de generar o despertar los instintos criminales del pueblo.
La violencia, de hecho, ha existido en todo tipo de representación ficticia, ya sea en batallas sangrientas entre el bien y el mal, o para ceñirnos a los más populares anime, entre ninjas, luchadores, superhéroes, monstruos, seres mitológicos o hasta creaciones tecnológicas.
¿Será que no estamos preparados para aceptar lo desconocido? Siempre es más fácil encontrar culpables cuando no tenemos vínculo con ellos, pero aunque las masacres estudiantiles son una triste realidad en muchas partes del mundo, parece poco probable que tengan algo que ver con la popularidad de un manga, anime u otro tipo de expresión artística. Porque aunque estos se inspiran en la realidad o lo más retorcido de la imaginación humana, terminan siendo un simple entretenimiento que obedece a las necesidades del ser humano.
Mientras tanto, la campaña seguirá juntando opiniones y firmas, la camiseta probablemente sea sacada de circulación, pero la mentalidad social seguirá culpando al cómic, manga, anime o quien sea, en lugar de hacer un análisis más profundo, realista y productivo.









