En el mundo de los cómics existen duplas que son naturalmente obvias, ya sea porque las personalidades así lo permiten o porque simplemente se basan en amistades forjadas durante años, como puede ser el caso del Captain America y Bucky, o Spider-Man y Human Torch, o Deadpool y Cable (cuya relación es un poco más compleja, pero funciona).
Havok & Wolverine Meltdown: recordamos la brutal miniserie que unió a dos mutantes impensados


Específicamente entre los mutantes del Universo Marvel existen muchos dúos inquebrantables. Y más allá de que todos sepamos que Wolverine es un pequeño gruñón que se hace odiar por todo el mundo, también es cierto que hay unos cuantos mutantes que suelen formar muy buena pareja con él: Nightcrawler, Kitty Pryde, Jubilee, Colossus, Psylocke... La lista sigue y sigue, pero no tanto como para que nos encontremos a uno de los hermanos Summers en ella.
Alex Summers, el mutante conocido como Havok y hermano menor del histórico líder de los X-Men, Cyclops, es uno de los personajes que menos nos imaginamos que puede llegar a formar equipo con Wolverine. Tal vez esto sea por lo disímiles que sus personalidades pueden llegar a ser, o simplemente por herencia del histórico rechazo que Cyclops siente por el canadiense —producto de los celos y la lucha por el amor de Jean Grey, por supuesto—.
La atípica y circunstancial unión de Havok y Wolverine fue lo que Louise y Walt Simonson tomaron como punto de partida para una peculiar miniserie de cuatro números publicada entre noviembre de 1988 y febrero de 1989, y que llevó por título Havok & Wolverine: Meltdown. Las ilustraciones (verdaderas obras de arte) estuvieron a cargo de Jon J. Muth y Kent Williams, ambos destacados pintores reconocidos por sus trabajos en lienzos.
Vacaciones frustradas

La historia comienza cuando descubrimos que los eventos que desencadenaron el accidente nuclear en la planta de Chernobyl en abril de 1986 fueron perpetrados intencionalmente por dos misteriosos sujetos, a los que solo conocemos con los nombres de Meltdown y Doc Neutron. Mientras la catástrofe ocurre ellos juegan tranquilamente una partida de ajedrez, a salvo lejos del lugar de la tragedia, mientras determinan que más allá de haber cumplido su objetivo de reventar el reactor nuclear aún así necesitarán más potencia para llevar a cabo su plan por completo.
Mientras tanto, en México, la inesperada dupla de Alex Summers y Logan disfruta de unas breves vacaciones. Recordemos que por aquel entonces los X-Men ocupaban una base secreta en el desierto australiano, en donde se ocultaban del mundo, que los creía muertos. Larga historia, que no viene demasiado al caso. Lo que importa es que Wolverine y Havok estaban juntos en México de forma circunstancial; solo se habían hecho teletransportar hasta allí —gracias al poder de Gateway, un mutante del desierto australiano con la habilidad de abrir portales— porque tenías intenciones de divertirse un rato y tomar buena cerveza.
Lo que los mutantes desconocían era que estaban siendo espiados y conducidos a una trampa. Tras una pelea en el bar por defender a una muchacha, escapan con ella y tras un intensa persecución, esta misteriosa mujer dispara contra ambos. Wolverine queda inconsciente, y cuando despierta en el hospital le informan que las balas estaban contaminadas con peste bubónica, y que él milagrosamente ha sobrevivido —factor curativo, ¿recuerdan?—, pero que su amigo, el rubio alto, ha muerto.
A la busca de Alex

Logan deja el hospital para visitar la tumba de Alex. No puede creer que luego de tantas aventuras en los rincones más indómitos de la galaxia el menor de los Summers haya terminado sus días por un balazo con peste bubónica disparado a traición por una desconocida a la que acababan de salvar. Algo no está bien. Arrodillado ante la tumba de su colega, se lamenta apoyando la cabeza en la lápida, solo para percibir que realmente algo no está bien: bajo tierra, el aroma no es el correcto. Allí no está el cadáver de Alex.
Y aquí empieza la parte más sabrosa de toda la historia. Wolverine comenzará por interrogar a los delincuentes locales del pequeño poblado mexicano, hasta dar con una pista que le permita seguir el rastro de la misteriosa mujer pelirroja que los traicionó, y descubrir qué es lo que se trae entre manos. Esta búsqueda desatará una trama de historia de detectives que lentamente se convertirá en un redondo argumento de espionaje. Y por si fuera poco, Logan no tiene muchos reparos en repartir garrazos a diestra y siniestra, lo que combinado con las espectaculares ilustraciones de esta historia nos regala imágenes realmente gráficas e impactantes.
Mientras Logan sigue su búsqueda, nosotros nos vamos enterando del destino de Havok, quien está a merced de una tal Scarlett, que en realidad es nada menos que Quark, la misteriosa agente que trabaja para Doc Neutron y Meltdown. Ellos precisan de los poderes de canalización de energía plasmática de Alex para concretar el plan que comenzaron al volar por los aires el reactor de Chernobyl.
Acontecimientos explosivos

Así planteada la trama, tenemos a Alex entregado por completo a Scarlett, convencido de que debe protegerla ya que ella está en peligro por ayudarlo a escapar de donde lo tienen cautivo. Lo cierto es que Scarlett/Quark lo está llevando directo a la boca del lobo. Por el otro lado del planeta Wolverine ya ha recolectado pistas suficientes como para dirigirse con paso seguro al destino que le tienen preparado a Alex. La duda está en si llegará a tiempo para darle una mano, o ya será demasiado tarde...
No quiero seguir más de aquí, porque más allá de que esta historia tenga décadas de antigüedad, caería en dolorosos spoilers si no la has leído. Todo lo que puedo decir es que el desenlace es visualmente brutal, y que no deja de entregarnos incluso un duro enfrentamiento mano a mano entre Havok y Wolverine.
Havok & Wolverine: Meltdown es una de esas extrañas maravillas que la década de los 80 nos legó, y que por no tener demasiada publicidad han quedado olvidadas. Una historia que comienza con vértigo y transcurre de acción en acción, garantía de que no te aburrirás, con un arte que no se guarda ningún tipo de detalles. Si quieres leer algo diferente y electrizante, esta es una buena recomendación.
¿Conocías esta miniserie de Havok y Wolverine?









