El entrenamiento bajo gravedad de Dragon Ball podría ser eficiente en humanos, según estudio

Antes de que los power-up en Dragon Ball fueran casi por arte de magia, el insufrible entrenamiento por el que los guerreros Z atravesaban era doloroso e imposible de realizar para el humano ordinario.

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Entre los tantos recursos ostentados por estos artistas marciales, destacaban cargar prendas de gran peso, hasta que el cuerpo se acostumbra; luchar en una habitación que altera la percepción del tiempo; abusar de la hospitalidad de distintos dioses, y, por supuesto, usufructuar la tecnología de Capsule Corp en una cámara que modifica la gravedad, sometiendo el cuerpo de cada luchador hasta que, nuevamente, se acostumbra... y evoluciona.

Este último método despertó en cada fan de la serie una de las interrogantes más desesperantes:

¿Podría existir una cámara de gravedad que me haga más fuerte?

A simple vista, si el procedimiento llegase a existir, los beneficios serían mínimos y el riesgo muy alto, no obstante, el Profesor Yutaka Hirata, del Departamento de Ciencia, Robótica y Tecnología de la Universidad de Chubu, condujo una investigación que indica todo lo contrario. Según el análisis del catedrático, entrenar bajo gravedad podría ser increíblemente beneficioso, contra todo pronóstico.

En un experimento, sujetos fueron ubicados dentro de una máquina que usa fuerza centrífuga para aumentar la gravedad de los cuerpos por encima de los 2 g y puestos a prueba. Vistiendo un par de gafas de protección que causaban una desviación gradual hacia la izquierda y pidiéndoles que apuntasen hacia la ubicación determinada de puntos rojos en un touchscreen, en un principio, los sujetos erraron debido al aumento de gravedad, sin embargo, sus cerebros reaccionaron programando su respuesta muscular y compensando la deficiencia.

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En definitiva: sus músculos evolucionaron para trabajar apropiadamente.

A menos que seas Yamcha...

Esta clase de prácticas también se realiza bajo gravedad normal, necesitándose cerca de 60 intentos para que el cerebro reconfigure la reacción muscular. En 2 g, se necesitaron solo 20. Una mejora más que considerable.

De la misma manera, los cuerpos sometidos al experimento no podían permanecer tiempos prologados bajo una gravedad distinta —hasta que, eventualmente, el cuerpo se acostumbra, obviamente— y el equipo necesario es demasiado costoso como para que esta modalidad llegara a ser popular (solo alguien como Bulma podría costearla).

Empero, ¿no hay riesgos al entrenar bajo gravedad? Bueno, no es del todo preciso...

Primeramente, ¿es posible recrear una cámara como la que construyó Bulma? Efectivamente, sí, al aumentar la aceleración. El problema, entonces, no es crear la máquina sino acostumbrarnos a ella.

El humano, por naturaleza, sufre al adaptarse a distintos g (cualquier valor que supere los 9.8 m/s), sobre todo en lo que a orientación se refiere y, además, en relación a la presión de la sangre.

Imagen Toei via Youtube

A 9g —el máximo al que algunos pilotos se han sometido—, la sangre de un cerebro es forzada hacia los pies, literalmente y, sin entrenamiento, se pierde la consciencia debido a la respuesta del cuerpo conocida como g-lock. Cualquier nivel de gravedad superior a esto es mortal —ni que hablar de cifras como 300g, mínimo—. Aparentemente, la clave de los entrenamientos mostrados en Dragon Ball es la naturaleza Saiyan y un humano normal jamás podría alcanzar tales niveles g, pero, ¿acaso los resultados no se alcanzan mediante adaptación y entrenamiento?

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Sin embargo, las teorías que circulan Internet fueron elogiadas por Toei

En otras palabras, en un futuro, quizá nuestro cuerpo ya esté lo suficientemente desarrollado como para poder trabajar bajo altos niveles de g y soportar el gran esfuerzo al que se somete y, quizá, también, estemos más cerca de nuestro sueño de ser super saiyajin.

¿Qué es lo peor que podría pasar si Vegeta ya lo sufrió todo?

Y tú, ¿qué piensas al respecto?

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