Abrir el concierto de una banda o músico reconocido es un honor para los los artistas emergentes que buscan exposición al público. A veces no son aceptados por la audiencia y otras veces gustan tanto que el público los prefiere al acto principal. A veces nace el amor… Oh, así es el mundo de la música.
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¡Disfruta estas curiosas historias sobre teloneros!
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#6 Ganándose a la audiencia
Red Hot Chili Peppers era la gran banda en 1991, cuando salió de gira con Smashing Pumpkins y Pearl Jam, el nuevo grupo en escena. Según cuenta Dave Abbruzzese, baterista de la última banda, les fue tan bien que cada grupo debía ganarse a la audiencia.
“Estaban allí para ver a los Peppers, pero cuando tocábamos era muy loco. Tocamos por treinta minutos y era como que los Smashing Pumpkins tenía que ganarse sus treinta minutos y los Peppers también”.
#5 Cuando quieren más al telonero que al acto principal
Nine Inch Nails tuvo el honor de abrir una ola de conciertos para el ídolo David Bowie. El problema es que ocurrió en 1995, cuando la fama de la banda iba en aumento y el cariño a Bowie iba en picada. El público vibró al ritmo de NIN, pero cuando fue el turno de Bowie, la mayoría se retiró. ¡Auch!
#4 Nace el amor
En 1996, los californianos de No Doubt fueron elegidos para abrir los conciertos de Bush. El flechazo entre Gavin Rossdale y Gwen Stefani fue inevitable. La pareja se casó y tuvo dos hijos. Recientemente anunciaron su divorcio.
#3 Una colaboración inesperada
The Rolling Stones y Stevie Wonder en un mismo escenario. Sí, pasó en 1972. El grupo de músicos participó en una gira juntos y rockeó el escenario con una mezcla entre (I Can’t Get No) Satisfaction y Uptight (Everything’s Alright), ambas lanzadas en 1965.
#2 Casi abandona la gira
Prince está considerado como uno de los teloneros más extraños de la historia por acompañar a los Rolling Stones en 1981. Era poco conocido y su apariencia andrógina generaba comentarios homofóbicos. La primera noche también le lanzaron vegetales al escenario. Prince se retiró, pero regresó la noche siguiente mejor que nunca. ¡El que ríe de último...!
#1 Cuando la audiencia no es la adecuada
Solo siete shows hizo Jimi Hendrix para The Monkees, una de las bandas más importantes en la esfera musical de 1962. Simplemente, el público no era el mismo. “La audiencia solo pedía a los Monkees (…) Entonces algunos padres que acompañaban a los niños se quejaron de que nuestro acto era vulgar. Decidimos que no era la audiencia adecuada”, dijo Hendrix. Poco pasó para que encontrara su espacio en la música.
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