Si ya la gráfica corporal permanente es en sí misma una obra de arte (y me refiero al tatuaje), ¿qué sucede cuando este arte es una reproducción de las clásicas pinturas más famosas de la historia? Se hará una obra más, sí. Veamos algunos ejemplos de ello.
Tatuajes inspirados en grandes obras de arte

Ver también: Tatuajes de Salvador Dalí
Tatuajes inspirados en Dalí
Tomemos como ejemplo La tentación de San Antonio, pintada por Salvador Dalí, hacia 1946, y miren lo que hizo el venezolano Yomico Moreno:
Otra reproducción, también de una obra de Dalí, pero esta vez La persistencia de la memoria, de 1931, con la diferencia de que esta reproducción no es literal y tampoco de la obra entera, digamos más bien que fue inspirada en ella. El tatuador fue Darwin Enriquez, también de Venezuela.
Frida Kahlo
¿Y qué me dicen de este tatuaje inspirado en un autorretrato de Frida Kahlo?
Ver también: 17 excelentes tatuajes de Frida Kahlo
Van Gogh
Con el postimpresionismo tenemos La noche estrellada, otra maravilla, de Vicent van Gogh, de 1889:
Magritte
Ceci n’est pas une pipe o en español "Esto no es una pipa", de René Magritte, realizado hacia 1928–1929. Acá su reproducción, en un brazo.
tatuajes-de-grandes-obras-de-arte-4.jpg
Ver también: Tatuajes inspirados en la obra de René Magritte
Arte Pop y tatuajes
Y del pintor estadounidense de arte-pop, artista gráfico y escultor Roy Fox Lichtenstein, mostramos la reproducción de una de sus obras, un tanto más cómic, como bien era conocido gran parte de su trabajo.

Leonardo da Vinci en la piel
La obra famosa de Leonardo Da Vinci, La Gioconda, también conocida como La Mona Lisa, fue realizada entre 1503-1519, y no podía quedar atrás con su reproducción.
Pollock
Un tatuaje inspirado en una obra de Jackson Pollock, gran artista estadounidense de la primera mitad del siglo XX, y gran referente del movimiento del expresionismo abstracto.
Y tú, ¿ qué obra de arte te tatuarías?





