Tal vez cuando veas este título te preguntes si la simulación sea algo a lo que se debe “sobrevivir”. Pues bien, es un género que si bien comenzó como algo muy técnico y a modo de herramienta para diversas tareas ( Flight Simulator, por ejemplo), desde hace un tiempo se ha convertido en la broma más gastada por los desarrolladores independientes (y no tanto).
Sobreviviendo a la descabellada moda de los simuladores en PC

Lo que es moda, a veces incomoda
Seguro has visto en redes sociales o gracias a algún amigo, juegos que por lo absurdo de su argumento a simular han dado lugar a miles de videos virales tanto de gameplay como de reviews. Goat Simulator ha sido uno de los casos más recientes en alcanzar la masividad, pero desde hace un par de años ya se ven joyas como Bus & Cable Car Simulator (donde emulamos la jornada laboral de un conductor de buses y tranvías), Farming Simulator (un simulador agrícola) o Woodcutter Simulator (donde encarnamos la vida de un leñador industrial).
Sobra decir que no están incluidos en la “moda” grandes simuladores como SimCity, Theme Hospital o Football Manager. Ya que éstos enfocan su “realidad” en la diversión, y no tanto en el concepto de reflejar situaciones consideradas (para muchos) aburridas como si fuera un derroche de originalidad jugabilística, siempre enfocándose en lo absurdo.
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El límite lo pone nuestra imaginación, y es que realmente la escena ya parece una competencia para ver quién aparece con la idea más tonta, que a su vez logre conquistar adeptos que financien dichos proyectos. Porque obviamente, el dinero para llevar a cabo estos proyectos suele venir de bolsillo ajeno, gracias a plataformas como Kickstarter o Steam Greenlight.
La divertidísima vida de una cabra, una roca, o una hoja de césped...
Para empezar, debemos decir que éste es el año en que se rompió la barrera del ridículo, pero los récords están para romperse, y por eso sabemos que los habrá peores.
Como decíamos, Goat Simulator nos puso en la piel (o el pelaje) de una simpática cabra de lengua larga que se pasea por una ciudad con diferentes metas por cumplir. La gracia de este juego está en que de "simulador" tiene poco, ya que tanto sus desplazamientos como las cosas que logra con su lengua son bastante graciosas, casi caricaturescas. Incluso, ha dado pie a diferentes parches y mods para transformar nuestra cabra en otros animales, como una jirafa, avestruz, o incluso un dinosaurio.
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El problema es que esta es una excepción a la regla, ya que por otro lado nos encontramos con títulos como Rock Simulator o Grass Simulator, que han sido presentados (en una etapa de desarrollo bastante temprana, claro) en Steam Greenlight, cosa que "nos asusta" un poco.
Es decir, ¿Qué otra motivación podría tener alguien que dona dinero a estos proyectos, que no sea el ser cómplice en el chiste? Probablemente ninguna, porque mientras escribimos este artículo, seguimos buscando algún entusiasta que pueda dedicar horas y horas a "disfrutar" lo que se siente ser una roca, o una hoja de césped.
Lógicamente, sus creadores no son tontos y la producción de estos juegos ha llegado (al menos de momento) hasta el límite que permite seguir siendo una broma graciosa... Pero lo suficientemente creíble. Aunque no descartan lanzarlos al mercado, y apelar como dijimos, a los fieles cómplices de bolsillo generoso.
Si aún sigues interesado en este género y estás pensando hasta dónde son capaces de llegar, te presentamos Nothing Simulator, un juego a lanzarse en 2015 donde simulas hacer... Bueno, absolutamente nada.
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Y tú, ¿comprarías estos juegos si te los cruzaras en una tienda? ¿Dedicarías tu tiempo libre a experimentar el irracional mundo de la simulación disparatada?



