Tal como dije la otra semana en mi artículo sobre la morbosidad del público solicitando en muchos foros y páginas web ver la ejecución completa de Saddam Hussein, ésta vez, quiero hacer ciertas reflexiones sobre esta clase de imágenes y videos que, con fines de lucro, muchas veces llevan a cometer actos atroces que de a poco van haciendo que en la psiquis de muchos jóvenes ésta clase de actos violentos les parezca de lo más normal y hasta divertido.
Sobre la violencia en la Red

Esta vez voy a hablar de un sitio que lleva la delantera en lo que a violencia se refiere llamado Bumfights. Para quienes no conocen sobre este website, fue formado por dos jóvenes que, inspirándose en la famosa serie de MTV "Jackass" y aprovechándose de los indigentes o adictos que viven en la calle, les hacen hacer las cosas mas espantosas que hay para deleite de los internautas que compran sus videos a través de la red.
En los videos de Bumfights, hay peleas filmadas por cámaras ocultas y jóvenes cineastas: escenas de indigentes que por un mísero billete se arrancan los dientes con una tenaza, adictos que por una dosis de droga se aplastan la cabeza contra una pared o un cartel, otros que les hacen tirarse sobre coches en movimiento, les hacen hacer tatuajes en la frente, les orinan encima mientras duermen, etc.
Como sea, la verdad es que tras este lamentable "negocio" hay gente que se llenó los bolsillos. En sus primeros 3 meses de publicados los videos en el website, facturaron mas de 270.000 dólares.
Pero el dinero que esta gente pueda llevarse por esta barbaridad no es lo que importa, sinó la enseñanza que les deja a todos los jóvenes que creen que hacer ésta clase de cosas es entretenido y luego, cuando ven un indigente en la calle, le golpean o le prenden fuego tal como el famoso caso de unos 3 adolescentes españoles que, solo por "divertirse" en diciembre del año 2005, asesinaron quemando viva a una mendiga de aproximadamente unos cincuenta años que dormía en un cajero automático del banco "La Caixa" para resguardarse del duro frío invernal que azotaba Barcelona.
Todo esto no es solo culpa de los victimarios, pues en definitiva ellos también son víctimas de todo lo que ven a su alrededor en una sociedad enferma como la de hoy en día. Si nos ponemos a pensar el por qué hacen esta clase de cosas, es tanto por la falta de control ejercido por los padres de éstos menores como así también, es culpa de los gobiernos de los diferentes países al no tomar ciertos recaudos para impedir la difusión de esta clase de imágenes y videos como algo entretenido. Es sabido que en los adolescentes el descontrol esta bien visto en su grupo de pares como también imitar lo que está de moda.
Todas estas cosas espantosas las hacen para impresionar a sus amigos y para mostrar que ellos son líderes en el "grupo", tal como sucede en muchas razas animales donde el más fuerte es quien manda en la manada. Además de este afán de notoriedad le podemos agregar el desarraigo familiar que suelen llevar en su vida y la desesperada búsqueda de aprobación de sus amigos. Para buscar esto recurren a hacer esta clase de actos violentos y de mal gusto que se muestran por los medios de comunicación. Ya sea internet o TV o hasta a través de la filmación con sus teléfonos móviles.
Ahora la pregunta que debemos plantearnos es... ¿Cómo hacer para erradicar toda esta "basura"?
Creo que es necesario que se haga una toma de conciencia a nivel mundial. Sobre todo comenzando desde los centros educativos. Los ministerios de educación prefieren dar más importancia a brindarles a los alumnos programas de ciclos lectivos en los que hacen mas hincapié en la enseñanza teórica de cosas que no son realmente tan importantes en la vida, siendo que, en estos tiempos en los que los actos violentos parecen llevar la delantera, lo que realmente hace falta es llevar a cabo un modelo educativo a través del cuál puedan enseñarle a todas las generaciones que vivirán en sociedad, que la vida humana es un don único y hay que respetar e intentar ayudar al prójimo sin importar su étnia, condición social, adicción o discapacidad.









