El amor, el amor. Un sentimiento tan hermoso y puro que muchas veces hace estragos en la vida de las personas. El amor da felicidad, pero muchas veces hiere. Otras tantas, hace sufrir a terceros, o ajenos a cualquier historia.
Simon Cowell y Lauren Silverman: ¡amantes desde hace 4 años!

La historia que rodea a Simon Cowell y Lauren Silverman es uno de esos casos en que el amor no es buena idea, y los heridos son más de uno. Hace unos pocos días, nos enterábamos de que el jurado de los programas de talento se convertirá en padre por primera vez, y con la ex esposa de uno de sus amigos.
La cosa se fue enmarañando cada vez más a medida de que los detalles salían a la luz. Así, unos días después de la noticia de la futura paternidad de Cowell, nos dimos por enterados que en realidad, Lauren aún permanecía “felizmente casada” con su esposo, Andrew Silverman, en vez de la crisis que ella acusaba.
Pero los detalles, fechas y cálculos siguen embarrando el asunto para los futuros padres, y es que en realidad son amantes desde hace cuatro años, estando ella en su matrimonio conformado con Andrew.
Simon y Lauren: amantes y algo más
Así como leen: Simon Cowell y Lauren Silverman se convirtieron en amantes hace cuatro años, en 2009, mientras ella seguía casada y conviviendo con su todavía esposo Andrew Silverman. La pareja y Simon se conocieron en el año 2004, cuando éstos recién se casaban, y compartieron una estadía en Barbados. Desde entonces compartieron salidas y vacaciones, hasta que el matrimonio comenzó a tener sus problemillas.
Andrew viajaba mucho a pesar de los reproches de su esposa. La lejanía, las peleas constantes hicieron que buscara consuelo y buena compañía. Y allí estaba Simon.
Un allegado a la socialité de Nueva York confirmó que el acercamiento entre Simon y Lauren comenzó siendo de sólo una noche, pero que a la larga, siguieron frecuentándose. Los encuentros esporádicos se convirtieron en algo más a comienzos de este año y Lauren comenzó a consultar con sus abogados de divorcio.
El embarazo sorpresivo sólo aceleró lo inevitable y la nueva pareja terminó por afianzarse. Amigos cercanos aseguran que la comunicación entre ellos es permanente, y que Simon está al pendiente de la salud de la madre de su futuro hijo.
Mientras tanto, con el orgullo en la mano y el corazón con algunas heridas, Andrew pidió el divorcio alegando adulterio. Una situación hasta ahora confirmada, que quedará en manos del juez y de Simon.
Una y otra vez, esta historia va develando pormenores dignos de un guión de televisión, ¿no creen? ¿Cómo imaginan el final de esta historia? ¿Feliz o un divorcio millonario?
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