Es conocido como uno de los grandes artistas de la historia, destacándose tanto en pintura como en escultura. Algunas de sus obras más famosas incluyen el techo de la Capilla Sixtina y el David, los cuales se han convertido en íconos del arte. Sin embargo, pocos saben que Miguel Ángel hizo gran parte de su dinero con falsificaciones, sobre todo en sus épocas de juventud. La primera historia que lo ata a una falsificación es la del Cupido Durmiente, el cual hizo pasar por descubrimiento arqueológico romano con un poco de tierra.
¿Miguel Ángel hizo su dinero a través de falsificaciones?

Las supuestas antigüedades

En esa época era normal que las obras más antiguas y los descubrimientos arqueológicos valieran hasta diez veces más que una obra nueva. Es por eso que Miguel Ángel decidió hacer pasar sus obras como antiguas para conseguir dinero, así logró una gran fortuna.
De todas maneras, en esa época la falsificación no era realmente un crimen, sino que en general se consideraba signo de talento. Muchas de esas obras deben permanecer todavía en algunos museos como si fueran un legado griego o romano, pero son en realidad suyas. Otro método usado por él, era pedir prestados dibujos originales y copiarlos, quedándose con el original y entregando la copia. Tenía tanta habilidad para darle un tono antiguo que a la vista parecían tener cientos de años.
A pesar de todo, tenía talento

Los hombres que eran engañados por las falsificaciones no se sentían enojados por eso. De hecho, llegaban a admirar su habilidad. Por ejemplo, el primer comprador del Cupido Durmiente, Raffaele Riario, fue quien invitó a Miguel Ángel a Roma, reconociendo su talento. Si bien las falsificaciones eran hechas por el dinero, sus obras resultaban realmente perfectas y le abrieron el camino como artista.
Riario devolvió el Cupido Durmiente cuando se dio cuenta de que era falso, pero para ese entonces Miguel Ángel ya era famoso debido a La Piedad, la cual se encuentra en la Basílica de San Pedro. El vendedor intermediario la aceptó y volvió a venderla sin problemas, debido a que ahora estaba bajo el nombre de un escultor famoso.
A partir del siglo XIX la falsificación tomó un nuevo camino, siendo vista como algo negativo. La mayoría de los artistas que optan por ella es porque no tuvieron éxito en sus carreras. Ahora hay más pruebas técnicas para determinar falsificaciones, pero aún así siguen existiendo.




