Mi nuevo tatuaje en black and grey
¿Alguna vez te has preguntado si los redactores de CuerpoyArte llevamos tatuajes? ¿Qué tipo de diseños escogemos o cuántos nos hemos hecho? Si bien todas las semanas de todas partes nos llegan sus tatuajes a nuestro correo de envíos , en esta ocasión te invitamos a ver uno de los nuestros.
El diseño que te presentaré hoy es mi nuevo tatuaje con el que cuento desde hace solo una semana. Se trata de un diseño personal que si bien tiene una base black and grey también cuenta con algo de color y una frase.
Sin más, te invito a ver mi tatuaje y aprovechando la ocasión, a que conozcas cómo es el proceso de los tatuajes detalladamente desde mi testimonio.
El proceso del tatuaje y la importancia de cada paso
Preparando el diseño
¿Recuerdan que tiempo atrás hemos visto cómo diseñar un tatuaje? Allí hablamos sobre los diferentes aspectos, tanto positivos como negativos, que hay que tener en cuenta al momento de preparar un diseño.
Pues aquel día decidí diseñar mi nuevo tatuaje y aunque al momento de plasmarlo al papel no resultó como esperaba, la idea era clara y sabía que pedirle ayuda al tatuador sería lo mejor.
Quería que mi tatuaje estuviese compuesto por 3 elementos en particular. Primero un par de hojas otoñales cuya base (o limbo foliar) fuese en black and grey, con un tono bien negro u oscuro además de tener la particularidad de que su nervadura fuera de un intenso color rojo.
En segundo lugar la frase con la que comienza una de las canciones más significativas de mi banda preferida: los suecos de Katatonia. La canción se titula Day and then the shade y pertenece a su magnífico álbum Night is the new day. De este mismo disco tomé la imagen y el particular estilo de las hojas.
La frase: I will rise to dreams of freedom, la cual tiene un enorme valor para mí y quería tatuarme con una fuente simple y clara, tal como la de las máquinas de escribir.
En tercer y último lugar, quería que en el fondo hubiese un esfumado que simulara el viento, que provocara una idea de movimiento, algo así como que el viento estaba levantando esas hojas otoñales.
Con estas ideas, acudí al estudio para hablar con el tatuador que previamente había escogido, alguien con quien no me había tatuado aún pero que algunos amigos me habían recomendado. Al ver algunos de sus trabajos y su trayectoria en el medio, termine convencido de que era el indicado.
Todo listo para pinchar
El tatuador que escogí fue Seres, un artista de renombre y de gran reputación aquí en Montevideo, Uruguay. Trabaja en el estudio Luces y Sombras junto a su compañero Emiliano Lacoste, quien se encarga de todo lo que tiene que ver con las perforaciones y la modificación corporal, siendo uno de los mejores del país.
Juntos forman un gran equipo con más de 10 años de trayectoria en el ambiente local. Luces y Sombras está ubicado muy cerca del Centro de la capitalina Montevideo, en la zona de Cordón, más precisamente en 18 de julio, 1540.
Así fue que dos semanas atrás visité a Seres para hablar sobre el diseño y dejar todo listo para la sesión, la cual fijamos para la semana siguiente. Seres entendió la idea a la perfección y luego de mostrarle algunas imágenes, discutir sobre los distintos aspectos al momento de pasar la idea a la piel y de escuchar algunas de sus sugerencias, todo estaba listo para tatuarme.
Una semana después, el viernes por la tarde, me hice presente en el estudio con la mejor de las disposiciones. La noche anterior había descansado bien, la tarde era fría y me abrigue lo suficiente como para asegurarme el hecho de sentirme muy cómodo, me alimenté bien y realicé todos los preparativos para enfrentar la sesión de la mejor manera.
Al llegar, Seres me estaba esperando con el diseño listo y era precisamente lo que le había pedido. Completé el formulario de todo estudio profesional en el que acepto los términos y condiciones de lo que allí harán sobre mi piel y entonces le cuento sobre CuerpoyArte.
Seres no conocía la comunidad que con esfuerzo juntos hemos creado y a pesar de que se mostró algo escéptico sobre el sitio, finalmente aceptó que tomara todas estas fotografías sobre el proceso y aunque por momentos no parecía muy contento con la situación, se concentró por completo en su trabajo.
En la previa, algunas bromas hacían más amena la sesión, algunas preguntas con aire desconfiado sobre mi condición de redactor en un sitio de tatuajes, algunas anécdotas y charlábamos sobre varias trivialidades. Mientras en el televisor un partido de fútbol de la Eurocopa entretenía apunto de comenzar.
Con todo listo, una vez afeitado el antebrazo en el que decidí tatuarme y una vez trasnferido el diseño, comenzamos la sesión. Seres comenzó a pinchar la frase con una aguja liners y personalmente si bien no suelo quejarme ni sentir un dolor considerable durante los tatuajes, admito que los trazos de las liners son las que más pueden llegar a molestarme.
Una vez lista la frase inferior, continuamos con el sombreado y allí vino el alivio, pues no encuentro molestia alguna en los trazos con las shaders. Mientras charlábamos y Seres tatuaba, el diseño comenzaba a tomar forma y a verse cada vez mejor, justo como lo había imaginado.
Cuando se acercaba hacia la zona de mi codo con la aguja liners había alguna que otra molestia, luego se convertía en ardor y al rato de nuevo las shaders para calmar las aguas. Habían pasado unos 60 o 75 minutos cuando tomé las últimas fotografías mientras Seres hacía su trabajo cuando finalmente dijo: “Bueno Fernando, estaríamos listos. ¿Te gustaría añadirle algo más?”
Miré cuidadosamente el diseño y de inmediato supe que estaba listo, ya no había nada más que agregar y Seres había acertado. Sus caprichos de artista o las preocupaciones con las que me había interrogado al comenzar, no eran más que eso, caprichos de artista. Seres me realizó exactamente el tatuaje que yo quería.
Mi tatuaje de Katatonia
Para las hojas y el viento, que constituyen la base de este diseño, viniendo al caso utilizó un juego de luces y sombras. Con distintas tonalidades de negros y grises acompañados por pequeños y sofisticados toques de blanco que le dieron delicadeza y estilo al tatuaje.
El esfumado y las sombras en el viento producen esa sensación que buscaba y por último el color rojo sangre de las nervaduras en las hojas lo hace muy original y lo relaciona directamente con el arte que sigue todo el diseño de ese disco de Katatonia.
Haber atrapado la púa de uno de los guitarristas de Katatonia en su visita a Montevideo y que esta cuente con las hojas, también me pareció un forma original de plasmar mi tributo hacia ellos.
La frase tiene mucho significado para mi y en ella encuentro palabras de aliento muy especiales.
Este tatuaje me costó 2000 pesos uruguayos lo que sería equivalente casi a unos 100 dólares.
Para terminar de conocer mi tatuaje, te dejo el vídeo Day and then the shade de Katatonia, la canción y la banda que inspiró mi nuevo tatuaje. La melodía y el paisaje presente en el vídeo tiene todo ese ambiente otoñal, melancólico y a la vez sombrío que busque plasmar en mi diseño.
¿Qué te pareció mi tatuaje? ¿Te gustaría también compartir los tuyos? Tan solo tienes que compartirlos con nosotros en nuestro correo de envíos, es muy fácil, tus tatuajes pueden ser los próximos en aparecer aquí en CuerpoyArte.
Seres Tattoo en Luces y Sombras
Siguiendo estos enlaces podrán visitar el sitio web de Luces y Sombras donde podrán contactarse con los artistas, además de ver varios de sus trabajos:
Seres Tattoo
Para comunicarse con Seres:
- Seres Tatoo
- webseres@hotmail.com
- 094114291
Para comunicarse con Emiliano:
- Emiliano Lacoste
- emilacoste@hotmail.com
- 099208485