Las empresas de telecomunicaciones forman parte de una industria a largo plazo. La fase de desarrollo del 4G, internet móvil de alta velocidad, no ha hecho más que empezar y ya los grandes del sector preparan la próxima generación, el 5G.
Los gigantes de las telecomunicaciones preparan el 5G


A finales de 2019, habrá diez veces más tráfico de datos que hoy en día en los países preparados para terminales móviles, pero también 50.000 millones de aparatos conectados, tal y como prevén los especialistas de la marca de referencia Ericsson.
Internet 5G
Los aparatos conectados, destinados tanto al control de redes eléctricas, a vigilancia de domicilios, a la telemedicina, van a multiplicarse, creando mayores necesidades en las transmisiones de datos móviles y necesidades de diálogo entre los mismos aparatos. De forma general, todas las aplicaciones que se basan en el uso de la nube (almacenamiento de datos en la red) tendrán necesidad de un acceso fiable y rápido a los datos, a distancia.
Por lo tanto, habrá que poder responder de manera rápida y fiable a las demandas de sectores como la salud, para la transmisión de expedientes médicos, pero también para la realización de operaciones a distancia, la vigilancia de pacientes a domicilio, la educación o los transportes. Los fabricantes de coches trabajan también en vehículos totalmente conectados y capaces de conducir solos.
Los objetivos del 5G
El 5G tendrá que soportar mil veces más el volumen de datos móviles que el que hoy en día existe, y conectar de diez a cien veces más terminales, con el objetivo de responder a las necesidades de internet que requieren la mayoría de los aparatos. Esto irá acompañado de un aumento del flujo, pasando de 10 a 100, hasta alcanzar 1 GB por segundo o algo más, frente a los 150 MB por segundo que existe actualmente (en uso óptimo), dividiendo por cinco el tiempo de latencia (tiempo de esperar para cargar una página).

En paralelo, los fabricantes tendrán que multiplicar por diez la duración de vida de los terminales, lo que es particularmente importante para los aparatos conectados. Para conseguir esto, se han establecido varias pistas de trabajo, la mejora de las baterías, para que estas consuman la menor cantidad de energía posible.
Si estos objetivos todavía parecen algo lejanos, las inversiones prometen ser colosales en poco tiempo.









