Mudarte con tu pareja es un paso que la sociedad parece exigir a todas aquellas personas sumergidas en una relación estable desde hace algún tiempo, aunque sabemos que esto solo podemos determinarlo nosotros, de acuerdo a nuestra personalidad, preferencias y necesidades. En otras, vivir con la mujer u hombre de nuestros sueños simboliza la quinta esencia de nuestras aspiraciones y, simplemente, nos apetece.
Las 7 cosas que tienes que saber si te mudas con tu pareja y no quieres separarte en una semana


Sin embargo, antes de entrar en ese (supuesto) mundo de confort y eternas caricias no estará de más que leas estas 5 cosas que tienes que saber si te mudas con tu pareja y no quieres separarte en una semana.

1. El espacio es necesario
Al pasar varias semanas desde que empiezan a vivir juntos, algunas parejas comienzan a echar de menos aquellos tiempos en los que cada integrante vivía en su respectiva casa y cada encuentro para ir al cine, a la playa o a cenar se convertía en un momento ansiado y excitante.
Ahora, las cenas se preparan al microondas y las maratones de películas desde el sofá nos hacen olvidar qué era el aire puro o el simple hecho de ponerse guapo para salir a la calle. Ten tu espacio por encima de todo cuando te mudes con tu pareja, ya sea esa habitación donde pintar o un encuentro semanal con tus amigas, pues de lo contrario, la opción de explotar en el momento menos oportuno es más que probable.
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2. El arte de reeducar
Por diversos motivos, muchos de nosotros acarreamos unas manías o hábitos que hacen a nuestra personalidad que parecen reflejarse, más que nunca, en nuestro modo de convivir con otra persona. Acumular bolsas de basura, no fregar nunca o colocar los pies encima de la mesa son malas costumbres que posiblemente tú no toleres en tu compañero, o que si tú las haces a él o ella podría molestar mucho.
Es importante hacer compromisos y establecer límites, analizar hasta qué punto estás dispuesto a ceder y trazar la línea. Re-educar a la pareja sin necesidad de acudir a los gritos o a interminables peleas es una buena opción para introducir en su rutina buenos y nuevos hábitos.

3. Igualdad en las tareas
Re-educar a tu pareja respecto a ciertos hábitos también incluye el hecho de hacerle (u obligarle) a ser partícipe en el reparto de tareas del hogar, una materia que muchas veces ejecutamos bajo el lema "no te preocupes, ya lo hago yo", y termina explotando en un huracán de reproches ante el que, quizás, esa otra persona reaccione de mala manera.
Acordar con antelación y dividirse las tareas es sano, recomendable y verás que te ahorrará tiempo.

4. El sexo continúa existiendo
Dos sofás pueden convertirse en el enemigo de cualquier pareja que recién comienza a convivir bajo un mismo techo. Creemos estar más cómodos, sentirnos más independientes y, noche tras noche, nos vemos alejados físicamente de nuestro compañero, por lo que las probabilidades de fomentar el jugueteo y terminar teniendo sexo es más que improbable.
Procura buscar espacios de intimidad y no dejar que la rutina y la comodidad arruine esos encuentros que mantienen viva la relación.

5. Nuevas actividades
Independizarte con tu pareja representa el principio de otras muchas cosas que no tienen por qué ser necesariamente la celebración de una boda o el tener hijos. Realizar actividades nuevas y que les guste a los dos no sólo destruye la rutina sino que los unirá aún más.
El yoga, por ejemplo, es una actividad recomendable de realizar en pareja, ya que aumenta la complicidad, mientras que esa escapada a una ciudad cercana durante un fin de semana, apuntarse a esa maratón municipal o restaurar el jardín trasero se convierten en pasatiempos igualmente recomendables para la pareja. Siempre, eso sí, mientras haya motivación por parte de ambos.

6. ¿Quién dijo "suegra"?
Cuando dos personas se mudan juntas, las familias de ambas partes aprovechan para entrometerse un poco más en los asuntos de sus respectivos hijos.
En ciertas ocasiones, los propios familiares fomentan esta entromisión, otras, un hijo dependiente puede necesitar la ayuda de su querida madre a todas horas, por lo que si intuyes que en breve vas a pasar a convivir con alguien así, lo mejor será dejar las cosas claras y hacerle ver que, te lleves bien o no con su madre, hermana o primo, no tienes necesidad de convivir con ellos también durante gran parte del tiempo.
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7. Vive el presente
Muchas veces, la felicidad que sentimos al convivir con su pareja se ve truncada por esos pensamientos que comienzan a planificar de forma inevitable el futuro más inmediato. ¿Seguiré queriendo vivir con él en dos años? ¿Y si surge una oportunidad de trabajo en el extranjero? ¿Tendremos hijos? Deja de preguntarte constantemente por el futuro y de planificarlo, pues muchas veces el no saber qué va a pasar con tu vida nos hacen valorar aún más ese dulce presente que solemos subestimar.
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Estas 7 cosas que tienes que saber si te mudas con tu pareja y no quieres separarte en una semana no requiere de exigencias, tensión o amargura, sino de cierta planificación y una seguridad en nosotros mismos que nos lleve a dejar claras las pautas, pues muchas veces el error reside en encontrar soluciones de forma desesperada cuando el barco está prácticamente en el fondo del mar.
¿Qué consejo aportarías respecto a la convivencia con tu pareja?




