Una vez que te has hecho un tatuaje es totalmente tu responsabilidad protegerlo y cuidarlo de cualquier infección o lesión aparte. En este punto, tu tatuador ya no tiene nada que ver con el cuidado que le des y a los problemas que puede presentar porque es vulnerable a bacterias.
La importancia de la vendas para el recién tatuado

Las vendas, incomodas y horribles que te pone el tatuador al terminar no se deben quitar por unas 2 horas, como mínimo. Es desagradable y sé que para los que hemos pasado por este proceso, lo que queremos es quitarlas y mostrarle a todos el tatuaje, pero lo mejor es tener paciencia para tener un tatuaje sano. Ya casi ningún tatuador usar este método, lamentablemente.
Si tu tatuador más bien usa envolturas plásticas, esta sí debe removerse tan pronto como puedas. No son tan buenas como unas vendas. El plástico hace que te sofoque la herida mientras que las vendas dejan aire que entre y salga y esto hace que no se cure como debería.
Cuando te quites las vendas, lava el tatuaje con agua tibia y si puedes, usa alguna solución antibacterial. Si tienes residuos de sangre o cualquier otra cosa, con cuidado quítalo también.
Otros artistas usan unas "vendas" en forma de líquido, que hacen el mismo trabajo que unas normales. Pero estas también tienen a sofocar el tatuaje. La ausencia de aire en la herida, en cualquiera realmente, hace que se produzcan más bacterias y más posibilidades de infección. Quitar este líquido es difícil, lo que hace que puedas dañar tu tatuaje o romper con el proceso, ya iniciado, de curación. Si tu tatuador la va a usar, trata de evitarla por completo.
Hay otras vendas que son a prueba de agua y tienen diseño encima. Estas son una buena idea porque traen poros para dejar entrar el aire y puedes proteger tu nueva herida por más largo tiempo y además bañarte y demás con ella puesta. Si el tatuador no la tiene, búscala en alguna farmacia.




