Hoy en día es muy difícil encontrar empleo y todos lo sabemos. Sin embargo, hay ciertas acciones que puedes implementar para poner la balanza a tu favor al buscar trabajo.
Consejos básicos para una entrevista laboral

Si últimamente has tratado sin éxito de pasar más allá de la primera entrevista laboral, quizá se deba a que estás cometiendo ciertos errores que dicen más de ti de lo que crees, así que sigue leyendo para identificarlos y poder así modificarlos y quizá con esto causar una buena primera impresión y tu suerte cambie.
Trucos para una entrevista laboral exitosa
Vestimenta
Documentos
acudir a una entrevista,
La importancia del lenguaje corporal
Recuerda que la mayoría de los entrevistadores son psicólogos que estudian más allá de la información impresa; valoran tu forma de hablar, de moverte, de vestirte, de mirar, etc. Si te comparto esto no es para ponerte aún más alterada, al contrario. En mi experiencia, por muy nerviosa que estés el sentarte erguida, sonreír y hablar de forma clara y pausada puede abrirte muchas puertas.
Encuentra un balance en tu mirada, ya que si miras fijamente por mucho tiempo a los ojos se puede interpretar como un desafío, por el contrario una vista perdida o renuente denota inseguridad o deshonestidad.
Cuida tu postura, hay mucho de qué hablar en este tema. Por ejemplo, si te sientas encorvada hacia adelante puede entenderse como falta de interés o hacia atrás como prepotencia, así que lo mejor es sentarte derecha, encontrando una postura cómoda desde el principio para que no tengas que estarte moviendo durante la entrevista.

Modula tu tono al hablar, respira, pasa saliva y responde con calma cada pregunta. Esta es una buena manera para contrarrestar los nervios y dar información atinada.
Concéntrate y evita gestos como morderte las uñas, mover las rodillas, zapatear, sobarte en exceso las manos, etc. Todo esto muy normal por los nervios, pero la clave está en saber identificarlos para tratar de controlarlos.
Intenta ir un poco más allá de las respuestas cortas como sí o no, claro, sin extenderte demasiado y perder el hilo de la idea básica. Por ejemplo si el entrevistador te pregunta cuál es tu pasatiempo favorito evita respuestas como “Dibujar” (a secas) o bien “Tengo varios pasatiempos: desde niña me ha gustado tejer pero no soy muy buena, la música tampoco es lo mío, en sí lo que más me gusta es dibujar.” Ambas respuestas son poco atinadas, lo mejor sería decir: “Me encanta dibujar aunque también tejo un poco”, con esto estás respondiendo a la pregunta además de expresarte lo cual relajará la entrevista.
Yo sé que es muy difícil controlar los nervios y pensar qué significado tendrá si cruzo o no la pierna para el entrevistador... No obstante, hay consejos básicos como los anteriores que pueden ser de gran ayuda.
Personalmente desde mi primera entrevista de trabajo hasta la más reciente mi seguridad ha incrementado y no tanto por convertirme en una experta sino que entre cada entrevista vas aprendiendo qué es lo que te funciona y qué no, así que relájate, pon tu mejor esfuerzo y toma nota, ¿estás lista?




