Batalla comparativa: Hippies de los 60 VS hippies modernos

Imagen Thinkstock

Si piensas en hippies seguro te viene a la mete un grupo de personas jóvenes, con cabelleras largas, ropa cómoda, pies descalzos, flores, paz y drogas. Pero el movimiento hippie fue mucho más que sexo, drogas y rock and roll. Este modo de vida nace como un acto rebelde en contra de la tendencia de los poderes sociales a la guerra y el capitalismo.

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No es que el capitalismo sea una maravilla, porque tiene muchas fallas sociales peligrosas, pero no se puede negar su éxito económico. Tal vez el problema se incline más hacia la moderación, pero somos seres egoístas y avaros, así que es poco probable que se consiga. En fin que en los 60 los jóvenes se cansaron de ser enviados a guerras, a vivir en una sociedad que sólo pensaba en trabajar y gastar dinero.

El movimiento hippie también fue un gran impulso para la liberación sexual, el feminismo y los derechos sociales en general. Lamentablemente el abuso de sustancias y el quedarse estancados en un modo de pensamiento, como con todas las demás tendencias ideológicas, provoca un giro en la dirección equivocada.

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Los hippies se quedaron en ofertas de cambio, proclamaciones de paz y falta de higiene básica. Los más fervientes vivían en comunidades paralelas, que vivían de y entre la naturaleza, con un mensaje ecológico. Familias enteras viviendo en tiendas de campaña a las orillas del mar, o en las faldas de la montaña. Sin escuelas, ni trabajos, ni comercios.

Es posible que el origen de esa sensación opresiva que vivía la sociedad occidental en la década de los 60, naciera por el temor a la cultura comunista que abrazaba a varios países con una novedad refrescante. La realidad es que el comunismo es una ideología terrible y un método político que ha probado ser un fracaso una y otra vez.

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El problema es que todo es un ciclo, cuando una tendencia ideológica cobra más poder del que debería, se vuelve opresiva, de ahí nacen los radicalismos que impulsan a disputas, enfrentamientos y hasta violencia, hasta que llega otra ideología que se supone acomode la situación sólo para radicalizarse y provocar otra nueva batalla de poderes. Porque al final todo se reduce a eso, poder.

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Probablemente existan pocos hippies como los que hacían vida en los 60 hoy en día, pero esto no quiere decir que el movimiento ha muerto. Lo que ocurre es que ha cambiado, se ha adaptado. Por ejemplo los hippies de ahora no viven en comunidades nómadas errantes, o en un constante estado de falta de higiene. Pero siguen proclamando paz, preservación del ambiente y, por supuesto, sexo y drogas y rock & roll.

¿Te parece si comparamos un poco cómo eran los hippies de antes y cómo son ahora?

#9 Lemas de vida

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Antes: " Hagamos el amor, no la guerra". Ahora: " Netflix and chill". Lo siento, pero esta ronda la ganan los de antes. Esa admirable lucha en contra de la tendencia bélica de los líderes mundiales, promoviendo al mismo tiempo la liberación sexual, es superior a eso de pretender ver una película con otra persona.

#8 La moda

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No sé si es una cuestión de nostalgia, pero los hippies de antes tenían un estilo que inspiraba libertad, con sus tendencias psicodélicas. Eso sí, los hippies de antes que siguen siendo hippies hoy se visten horrible. Y los de ahora tienen un estilo algo más sofisticado, lo que los aleja un poco del concepto sembrado que tenemos de este movimiento.

Claro que sólo por su mejor hábito higiénico los de hoy ganan por mucho.

#7 Drogas

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Seguramente, antes, la novedad le daba un toque extra de emoción al uso de drogas por recreación. Pero tal vez ahora existe un mayor conocimiento.

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En los dos casos es una idea terrible caer en la trampa de las drogas, que en casi ninguna situación tiene un desenlace positivo, al menos no sin antes arruinar unas cuantas vidas.

#6 Los festivales musicales

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Aquí no hay discusión, no existe nada que se compare con el masivo festival de Woodstock, ni siquiera el patético intento de revivirlo que sufrió recientemente. Además la música era mejor. El ambiente era más auténtico, se sentía más importante.

Hoy tenemos tanto playbacks y fábricas del mismo tipo de estrella pop, con el mismo estilo de música pop, que los verdaderos talentos se sienten como especies en extinción.

#5 El lenguaje

Aunque antes se hablaba mejor, en cuanto al respeto del idioma y la gramática (en comparación con hoy en día), ese perpetuo estado de estupefacción alucinógena y que todos parecían moverse y hablar en cámara lenta, mezclado con una montaña de frases sin demasiado sentido arruinan el esfuerzo filosófico de comunicación.

Hoy en día las mentes parecen más claras, las idea menos dispersas, eso sí, el asesinato de los idiomas es alarmante.

#4 Dieta

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Las tortas de arroz son definitivamente, inmensamente, mejor que la tendencia desquiciada de sacarle el gluten a todo, como si fuera una solución mágica en contra de la gordura y el calentamiento global.

Ahora no podemos tomar leche, sino gastar más dinero en leche de almendras.

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#3 Vehículos

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No es que el Prius tenga nada de malo, es un auto funcional y ecológico, lo que es fabuloso, pero nunca va a ser tan emblemático como lo son las van de Volkswagen que todos no imaginamos cuando pensamos en hippies.

Que además eran menos costosos, pero que a la hora de la verdad no cumplían tan bien con el objetivo de proteger a la madre naturaleza.

#2 Íconos

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Definitivamente los de antes. Janis Joplin, Jim Morrison, Jimi Hendrix. Hoy en día lo más parecido a un ícono hippie es Miley Cyrus, que no es que tenga nada de malo, al menos no es Justin Bieber, pero cuando piensas en aquellas leyendas es difícil encontrar un equivalente moderno.

#1 Líderes

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Este podría ser el renglón en el que se vea más igualada la comparación, aunque en mi opinión la balanza se incline sin dudas hacia el de antes, John Lennon, con sus fervientes llamados de paz, su sarcástica crítica a la sociedad indolente y su desmesurado talento creativo.

Pero el de ahora, Bono, no es un mal sustituto. Es el líder de una de las bandas más grandes de todos los tiempos, y es un insistente luchador por los derechos humanos, totalmente antibélico.