7 pecados que debes evitar en tus estados de Facebook

Facebook es hoy uno de los espacios de socialización más importantes y es allí donde compartimos experiencias y opiniones, ya sea escribiendo o narrando nuestro día a día mediante videos o imágenes.

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Tal como la vida real, Facebook tiene ciertos códigos de comportamiento que, si bien no están escritos, se hacen obvio para evitar problemas que pueden traerte consecuencias en la relación con los demás.

Seguramente, entre tus amigos siempre hay uno culpable de varios errores de etiqueta y, aceptémoslo, todos en algún momento hemos caído en algunas de las conductas que a continuación les vamos a ejemplificar.

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1. Publicar Estados para llamar la atención

Cuántas veces hemos visto una actualización escrita especialmente para que preguntemos qué le pasa a la persona: “ Tiempos de decisiones difíciles”, “ Tratando de superar el dolor”, “ Día clave en mi vida”, y más...

Ese tipo de estados, están construidos para llamar la atención y conseguir una gran cantidad de comentarios de preocupación.

Si deseamos contarles algo importante a nuestros amigos, tratemos de ser directos y así conseguiremos que nos den buenos consejos y apoyo, sin que queden llenos de interrogantes.

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2. Cuentas Regresivas

Yo sé que estás feliz por irte de viaje, pero no queda bien que dos meses antes de tus vacaciones actualices tu estado diariamente con “ faltan xx días para mis vacaciones”.

Un estado con cuenta regresiva no sólo es repetitivo y molesto, sino que también puede dar la idea de que estás sacando en cara a los demás acerca de lo bien que lo vas a pasar, mientras ellos se quedan trabajando.

Busca formas originales de contar los días y, de paso, capaz tus amigos puedan ayudarte a planear tus vacaciones.

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3. Incluir a tus amigos en Estados o Chequeos sin preguntarles

En Facebook, existe la opción de contar dónde estamos e incluir a aquellos que nos están acompañando. Al mencionarlos, la información queda disponible en sus cuentas individuales, para que todos sus contactos los vean.

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Pero, ese amigo dijo que iba a estudiar o le dijo a su novia que iría a la casa de amigos, no quiere aparecer mencionado en las redes sociales indicando que está en un bar y no la biblioteca o el complejo de cines. Antes de mencionarlo, pregunta.

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4. Incluir demasiada información

Está bien que estés entusiasmado por algo que te pasó o por un logro de alguien cercano, pero incluir demasiada información privada o datos que pueden resultar vergonzosos, es mala idea.

Nadie quiere una descripción detallada de tu visita al médico o de la primera vez que tu hijo usó el baño. Hay cosas que es mejor guardar para la intimidad o nuestros seres más cercanos.

Otra cosa es a considerar, es que nada que publiquemos en Facebook es privado, por lo que entregar mucha información puede ponerte en riesgo.

5. Chequearte en cada lugar al que vas

Todos tenemos entre nuestra lista de amigos a un chequeador compulsivo, que tiene la necesidad de contar en todo momento el lugar en donde está.

Puede resultar interesante compartir en Facebook que estás en un concierto o saliste a cenar a un restaurante de moda, pero el narrar tus viajes al supermercado o chequearte en el metro, ya es demasiado.

Guarda los chequeos para los momentos más interesantes de tu día o la semana, así tendrás oportunidad para describir tus mejores salidas, aprovechando de compartirlas con la gente importante en tu vida.

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6. Ventilar datos de tu pareja o empleo

A veces intentamos desahogarnos de la manera incorrecta, poniendo un estado en Facebook para que alguien lo vea y capte la indirecta (o no tan indirecta). El problema es que más tarde podemos arrepentirnos, pero el daño ya estará hecho... Y ni que hablar si eso trae consecuencias como una ruptura con tu pareja, la opinión negativa de un amigo que intenta respaldarte (y luego no sabrá dónde esconderse cuando las cosas se solucionen), o peor aún, que tu jefe/a sea uno de tus contactos y decida despedirte por tu opinión sobre el empleo o tus compañeros.

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7. Opinar sobre política, deportes o religión

Está perfecto tener tu opinión, pero tener que compartirla con todo el mundo sólo se interpreta como una provocación o agitación de masas, buscando aprobación de quienes compartan tu ideología. Sólo terminará en discusiones sin sentido (nadie convencerá a nadie), peleas con amigos o amigos de amigos... Y tal vez hasta algún contacto eliminado por no pensar como tú.

¿Te sentiste identificado? Siempre hay tiempo para reformarse y, si crees que alguno de tus amigos es un “ pecador de las redes sociales”, recuerda compartir el artículo con ellos.