5 curiosidades sobre los pavos que la Casa Blanca perdona en Acción de Gracias. ¿Cuáles se salvaron este año?

Estos son los pavos mejor custodiados del planeta. Evidentemente, porque si algún estadounidense un poco hambriento decidiera transformarlos en su cena, el Presidente Obama no podría perdonarlos y librarlos del rostizado destino. Así que, por más que la nación entera esté festejando con aves rellenas, estos dos pavos: Tater y Tot pueden agradecer que conservarán sus vidas.

La tradición se da todos los años alrededor del Día de Acción de Gracias y el encargado de llevarla a cabo, como representante de la nación, es el Presidente (por más que luego se retire a ver si su jugoso pavo relleno se está cocinando a buen ritmo). Naturalmente, tenemos algunas... preguntas. Vayamos en orden.

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1. ¿Cómo eligieron estos pavos?

Tater y Tot fueron criados en Iowa y tienen 18 meses de edad. Su "personalidad" (¿?) llamó la atención de los encargados de elegir a los perdonados y gracias a su carisma su destino ya no es alimentarnos. Los pavos "se iban a portar bien" con toda esa atención mediática que recibirían y volaron hasta Washington... en primera clase. No, no es un chiste.

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2. ¿Siempre van a la misma granja a elegirlos?

¡No! Este es un evento que hoy en día promueve la Federación de los Pavos (gente que hace lobby). Ellos pagaron por la caravana en Washington y la "protección" (¿?) especial que se les dio a los pavos. La Federación decide qué granja va a proporcionar el elegido. El pavo que vivió. 

3. ¿Desde cuándo y por qué se hace esto?

Harry Truman en 1947, John F. Kennedy, Richard Nixon, Ronald Reagan y George H.W. Bush (el primer Bush) todos perdonaron pavos y a medida que pasaban los años, se creo una ceremonia casi oficial y se usó el termino " perdón presidencial". Pero, incluso hay comentarios que sugieren que Abraham Lincoln (alrededor de 1865) decidió poner en libertad a uno de los pavos que iba a ser su cena: el ritual suponía no solo consolidar tradiciones festivas (la cena de Acción de Gracias comenzaba a ser celebrada) sino que unirla a ciertos alimentos. Es decir, perdonar al pavo era una forma de sugerir que había que comer... otros pavos. Agradecer, reunirse, festejar.

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4. ¿Qué pasa con el pavo después?

Los pavos no son criaturas que puedan sobrevivir mucho tiempo: no pueden volar, son demasiado gordos (quizás por la forma en que ya se los crió), sus huesos no aguantan y sus órganos comienzan a fallar. Es por esto que viven un par de años más y luego mueren. Algunos críticos llaman a esta ceremonia "la tradición más estúpida y absurda de Estados Unidos" por estas razones. Los destinos de los pavos son diversos: algunos se quedan un tiempo en la Casa Blanca, son adoptados por granjeros, o incluso... van a Disneylandia. 

5. De vuelta... ¿nos pueden explicar por qué?

El ritual tiene muy poco que ver con la salud y la vida del pavo, y es más bien un acto simbólico que resume la esencia del festejo: perdonar, agradecer, estar con tus seres queridos. Sin embargo, los derechos de los animales no son en absoluto la explicación, por el contrario, la Federación de los Pavos que es la promotora de todo esto se dedica a vender pavos: rellenos, bien muertos, deliciosos, para saborear en familia. Es simplemente una tradición. 

¿Te dejamos con un poco de hambre? ¡ Feliz Acción de Gracias!