Nicolas Cage volvió a protagonizar titulares a lo largo de la web en los últimos días pero esta vez no fue por lo problemático de sus finanzas, por sus llamativas declaraciones o por sus insólitas apariciones públicas, si no por algo más esperable: su nueva película, Mandy, una que sorprendentemente ha sido aclamada por la crítica, algo que no venía ocurriendo muy seguido.
Un John Wick más salvaje y desquiciado: es la mejor película de Nicolas Cage en años y este es su «visionario director»

Y es doblemente sorprendente que recibiera tantos elogios de la crítica y se convirtiera en una sensación en el Festival de Sundance, dado que además el tráiler evidencia que se trata de un thriller de horror y acción con un indisimulable espíritu de cine clase B, bizarro, extravagante y disparatado, una de esas películas que parece más candidata a ingresar en la categoría de «tan mala que es buena» que a causar admiración exenta de ironía.
Ambientada en 1983 y en el desierto montañoso californiano, Nicolas Cage interpreta a un hombre enamorado de una misteriosa joven de aspecto bastante espeluznante y un poco cadavérico —la Mandy del título, alguien «muy especial» según sus captores—que termina siendo víctima de una aterradora secta con una inquietante conexión sobrenatural.
Inevitablemente, tras perder a su amor y ver su vida arruinada, Nicolas Cage emprenderá su sangrienta y furiosa misión de venganza en contra de los culpables; un John Wick quizá menos sutil y elegante, pero igual de implacable.
Pero una cosa es contar el argumento y otra muy diferente es ver cómo lo imaginó el director Panos Cosmatos.
El tráiler muestra intrigantes secuencias oníricas, rostros deformados, ilustraciones animadas y personajes monstruosos de naturaleza incierta, todo envuelto en un tono psicodélico y poblado de peculiares detalles como Nicolas Cage forjando su propia arma —un hacha reluciente—, la aparición de un tigre, una voz de ultratumba que habla de una «oscuridad cósmica» y un épico duelo de motosierras de considerable tamaño.

Ingredientes que parecen perfectos para una potencial película de culto.
Según el consenso de https://www.youtube.com/watch?v=hRKVxT4-1wM">Rotten Tomatoes, donde tiene un 97% de aprobación basado en 29 reseñas, «la violencia demente de la película está impulsada por una fascinante interpretación de Nicolas Cage y anclada en una emoción palpable que se cuela en medio de sus explosivos arrebatos».
El artífice de Mandy
La película fue escrita y dirigida por el director ítalo-canadiense Panos Cosmatos, un talento emergente que si algo ha demostrado con sus dos largometrajes hasta ahora es que le gusta hacer películas raras.
Lo cual suena lógico al ver que sus principales influencias son William Burroughs y Frank Frazetta.
Y también la música electrónica de los 80, música de sintetizadores que puebla la banda de sonido de su primer largometraje, Beyond the Black Rainbow («Más allá del arcoiris negro»).
Esta película, que se proyectó en varios festivales en 2011 y cuya trama curiosamente también tiene lugar en 1983, es también de atmósfera espeluznante y demente, con un toque más de ciencia ficción y una narrativa fragmentada, y trata sobre un excéntrico científico que somete a una joven cautiva a perturbadores experimentos de control mental.
Cosmatos ha dicho que su primera película era como su álbum de música electrónica experimental, y que su segunda película, Mandy, tendrá un tono más heavy metal, cosa que se percibe en el tráiler. «Mandy es más como un álbum de Black Sabath» explicó, «es un poco más agresiva».
Quentin Tarantino dijo famosamente que su escuela de cine había sido mirar películas, y aunque las películas de Cosmatos evocan más a creadores como David Cronenberg o David Lynch, parece seguir la enseñanza de Tarantino.
«Hice un montón de cortos experimentales, hice diseño gráfico y arte de portada para muchas bandas, miré muchas películas y leí mucho sobre cine. Así aprendí» dijo el director autodidacta.
Por eso resulta bastante sorprendente la calidad técnica de aquel largometraje debut, una película con un notorio bajo presupuesto.
La financiación es una de las partes más curiosas de Beyond the Black Rainbow: Cosmatos juntó dinero para hacerla de las ventas de DVD de la primera película en la que había trabajado, en 1993, como operador asistente de segunda unidad.
Esa película era Tombstone, el western de 1993, y Panos Cosmatos había conseguido un empleo en el rodaje gracias a que el director era su padre, George P. Cosmatos, quien cobró notoriedad en Hollywood y dirigió varios blockbusters de acción y aventuras, incluyendo Rambo II y Cobra, ambas con Sylvester Stallone.
Cosmatos hijo ha cultivado un estilo muy diferente al de su padre, pero no reniega de sus raíces. «Me gustan las películas popcorn tanto como las extrañas películas artísticas» ha dicho. Su madre era una escultora de origen sueco que creaba obras abstractas y experimentales, y Panos Cosmatos dice que su sensibilidad como director de cine es una extraña combinación de las sensibilidades de su padre y de su madre.
En efecto, sus dos películas, tienen que ver con el fallecimiento de sus padres.
«Comencé a escribir Mandy más o menos por la misma época que estaba escribiendo Black Rainbow, poco después de la muerte de mi padre, que de cierto modo sucedió sobre la muerte de mi madre que había sido antes y yo la había sublimado y suprimido y no había lidiado con ella en absoluto. Me di cuenta que tenía enfrentar estas cosas y superarlas, si no me iban a comer vivo. No fue a propósito, pero en retrospectiva creo que las dos películas articulan dos partes separadas de una misma cosa»
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