The Purge: Anarchy, o cómo mejorar en una secuela [Crítica]

Algo que seguramente se preguntaron todos aquellos que vieron The Purge fue ¿por qué la película se limitaba únicamente a una casa?, habiendo tanta violencia ahí afuera. No siempre una película más grande y más brutal que su predecesora significa que sea buena, pero The Purge: Anarchy es la excepción, ya que finalmente amplía el panorama y muestra que, aunque sea un caos anárquico, siempre va a haber un orden establecido que derrotar.

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Área de peligro

Con esta secuela, también se producen nuevas exploraciones sobre la psiquis humana. No sólo están aquellos que buscan torturar a personas específicas, sino también los que buscan a sus víctimas en los momentos previos al llamado de la campana, o mismo una nueva modalidad: la gente de dinero recluta a personas para cazar durante el Purge y les paga a sus familias por la pérdida.

Esto no lo pudimos ver en la original, y es curioso como James DeMonaco construye sobre su propio universo, mostrando signos de ambición que no se ven generalmente en secuelas.

Andando por las calles, buscando salvarse de los grupos y pequeñas mafias dedicadas específicamente a asesinar durante el evento, los protagonistas de esta película son varios, algo que puede parecer irritante pero que funciona en este caso, además de ser bastante diverso, tanto en cuanto a grupos raciales, como en personalidades.

La figura central de este grupo está interpretada por Frank Grillo, quien aporta el suficiente talento y la actitud guerrera como para mantenernos interesados durante una hora y media.

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Estado de sitio

Algo curioso es que, si bien el tema da para una escala amplia, se pierde en el conjunto un detalle que la primera tuvo y por eso funcionó tan bien: lo minimalista. En The Purge estaban los Sandin, su modesta mansión y los locos asesinos dentro. En esta secuela los personajes pasan por incontables casas, cambian de coche como si fuese fácil, y hasta caen en un juego digno de un film de Eli Roth. Son demasiadas cosas para 104 minutos, y este ambiente frenético no le permite al espectador sumergirse en el caos, o reparar en detalles.

Los fanáticos del cine de acción y de terror de género posiblemente disfruten de esta secuela, y aquellos a los que la primera edición no los convenció también deberían darle un vistazo. Los que recuerden la original encontrarán un par de referencias muy divertidas, entre ellas un cameo que los tendrá aplaudiendo en el asiento.

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Por más que no sea una película magistral, The Purge: Anarchy prueba que las secuelas pueden mejorar sobre el tema de sus antecesoras.

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Imagen Universal Pictures

¿Vieron The Purge: Anarchy? ¿Qué les llama la atención de esta secuela?