La tenebrosa historia de la mansión embrujada que inspiró La maldición de Hill House
Sin duda alguna, es la serie de Netflix del momento. Inspirada en la novela homónima de la escritora Shirley Jackson, The Haunting of Hill House nos trae la historia de 5 hermanos que han vivido en la casa embrujada más famosa del país durante su infancia. Una tragedia los volverá a unir para finalmente enfrentar los traumas más sombríos del pasado.
Dirigida por Mike Flanagan, conocido principalmente por la película Ouija, la serie no solo cuenta con un exquisito trabajo a nivel estético sino que además logra casi a la perfección una tensión psicológica que, por cierto, nos permite sumergirnos en una atmósfera verdaderamente pavorosa.
Y, para sumarle un poco más de terror al asunto, queremos contarte algunos de los episodios paranormales que se vivieron en una mansión embrujada REAL en los que Jackson se habría inspirado para dar vida a esta historia en 1959. De hecho, así lo confirmó la biógrafa de la autora, Ruth Franklin.
La famosa casa llamada Winchester está ubicada en San José, Estados Unidos. Y la historia que la rodea es tan tenebrosa como la de la novela y su respectiva adaptación.
¿Qué nos dices? ¿Estás preparado para esta mini aventura sobrenatural?
Todo comenzó así...
1859. Sarah Pardee, una joven de 20 años, contrae matrimonio con Oliver Winchester, uno de los hombres más poderosos de California. Juntos llevaban una vida tranquila en una casa alejada de la ciudad, rodeada de la naturaleza. Sellaron su amor con la llegada de Annie, su primera hija. Sin embargo, con tan solo 1 mes de vida, la niña falleció inesperadamente y ya nada sería igual para Sarah. Porque no solo tuvo que soportar la súbita partida de su hija sino que años más tarde su marido contraería una tuberculosis mortal.
Sarah quedaría relegada sin ningún tipo de compañía y con una herencia fastuosa. La mujer creía fuertemente que había sido maldecida. Así comenzó a relacionarse con psíquicas y mediums para entender por qué en su vida corría la tragedia. De un día para el otro, decide mudarse a San Diego y allí es donde compra un predio abandonado para empezar a construir una enorme mansión de estilo victoriano, tal y como había planeado con su marido, en el pasado. Nadie podía entender la obsesión casi insólita de crear una casa como esa únicamente para ella sola. Tenía 160 habitaciones, 10.000 ventanas, 7 pisos, 50 chimeneas y 2000 puertas.
Aún así Sarah continúo. De hecho, no paró hasta volver real su gran idea. Cuando finalmente la casa estuvo lista, se recluyó allí para salir al exterior rara vez. Solo usaba ropa negra y, según cuentan, frecuentemente hacía sesiones de espiritismo para conectarse con el «más allá». Dicen quienes pasaban cada tanto por el lugar que, todos los días durante la noche, la mujer cambiaba de habitación para que los fantasmas no la atormentaran. A veces, incluso, sufría ciertos colapsos nerviosos que le hacían romper espejos y ventanas.
Su muerte y la leyenda de la mansión embrujada
1922. Sarah muere a los 83 años por un fallo cardíaco abandonada en aquel lugar. Sin embargo, los espíritus que tanto la habían acompañado en su estadía en la casa jamás se fueron. Se cree que la casa -sin la presencia de nadie, claro- registraba varios fenómenos paranormales como sonidos, portazos, apariciones de espectros o ruidos de muebles. Algunas creen, de hecho, que Sarah permanece allí y que, de vez en cuando, aparece a través de las paredes.
Winchester House: hoy
La semejante mansión, que fue por mucho tiempo la adicción de Sarah, hoy es una de las atracciones más famosas de California. Los turistas fanáticos del terror, no pueden pasar por el lugar sino visitan esta casa tan particular. Pero, atención. Nadie, ni siquiera el personal que trabaja allí, puede ingresar al lugar solos, porque podrían perderse. Y, seamos honestos: ¿quién quisiera quedar atrapado en esa mansión tan tenebrosa?
¿Tú te animarías a ir?
Sigue leyendo más por aquí: