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Criticas de Cine

La coreana The Villainess (Ak-Nyeo) es una de las mejores películas de acción del año

Publicado 5 Dic 2017 – 10:30 AM EST | Actualizado 23 Mar 2018 – 11:25 PM EDT
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La cámara nos introduce en un pasillo sucio y destartalado. Es un plano subjetivo, en primera persona, lo vemos como si fuéramos nosotros mismos que ingresamos en él, al tiempo que comprobamos que las armas que traemos están cargadas. Amartillamos.

Un hombre aparece al final del pasillo y se percibe su hostilidad al preguntar: ¿Quién demonios eres? ¿Qué quieres? Disparo .

Los adversarios comienzan a surgir de todos los rincones, de adelante y de atrás y de los costados, salen de las puertas, los vamos derribando de a dos, uno con cada mano, primero con balas, después con dagas que atraviesan las manos, los brazos, las piernas y los cuellos que se van interponiendo en nuestro camino, y que quitamos del medio también con puñetazos y patadas.

La cámara se mantiene en nuestro punto de vista y, tal como si fuera un videojuego FPS, el pasillo también tiene puertas que se van abriendo, descubriendo nuevos escenarios y nuevos rivales. Son cada vez más, pero nadie logra detenernos.

La acción conduce a una especie de gimnasio, una sala con espejos donde un numeroso grupo de hombres se ejercita. La pelea continúa y, en este nuevo espacio más abierto, por primera vez estamos en desventaja, nosotros o el personaje protagónico. Muchos hombres se nos vienen encima y nos dominan. El espejo nos arroja por primera vez la imagen que la cámara subjetiva ocultaba: somos una chica.

Nuestra propia cabeza, es decir la de la chica, rompe el espejo impulsada por la mano de uno de los contrincantes. Tan fuerte es el golpe que se rompe el efecto, y ahora ya no vemos todo en primera persona. La cámara gira y se aleja, y podemos a ver a la mujer en acción desde afuera. Ahora somos espectadores. La chica se recupera del golpe y eventualmente vence a todos los hombres del gimnasio. Salta una ventana y está en un callejón, bajo la lluvia. La policía ha llegado al lugar y la arresta.

De villanas y heroínas

Con esta increíble secuencia comienza The Villainess, La villana, la gran película de acción coreana que cobró notoriedad este año tras ser ovacionada de pie en el Festival de Cannes.

El tono violento y frenético de esta secuencia inicial se mantendrá a grandes rasgos durante toda la película aunque, gradualmente, el director y guionista  Jung Byung-gil va insertando nuevos elementos y revelaciones que dan un respiro y que aumentan la apuesta emocional en juego en la historia de la epónima «villana»; al mismo tiempo, como siempre sucede, esta imbatible asesina va encontrando rivales que están a su altura y son capaces de presentarle un verdadero desafío (aunque no son muchos).

Es un gran mérito de la película el de mantener el interés y la preocupación por la protagonista que desde el título se sitúa como lo opuesto a una heroína y desde la escena inicial aparece como invencible. Y lo logra a través de una narrativa fragmentada que alterna las circunstancias actuales de la protagonista con su historia personal y eventos de su pasado.

Su historia es más o menos así: de pequeña vio cómo asesinaban a su padre y desde entonces ha dedicado su vida a la búsqueda de los culpables para obtener su venganza.

Un hombre, un experto luchador y miembro de un enigmático grupo criminal, se apareció en su camino y fue su salvador. La rescató de los asesinos de su padre y la entrenó para convertirse en la implacable asesina cuya eficacia ahora comprobamos. También se enamoraron y se casaron. Cuando descubre que su esposo también ha sido asesinado, va a buscar a los responsables a un laboratorio clandestino donde se producen drogas (el lugar del principio).

Tras esto es arrestada y reclutada por el gobierno para una agencia de inteligencia donde mujeres son entrenadas para ser agentes secretas bajo falsas identidades, y pueden volver a su vida «de civil» después de diez años de servicio y el cumplimiento de una última misión.

La historia está cargada de muchos de los lugares comunes de las historias de venganza, de las películas de espionaje y del cine de acción y artes marciales, pero lo importante es que en The Villainess casi todo funciona a la perfección si no se pretende ver otra cosa más que una efectiva película de acción.

Con su combinación de peleas perfectamente coreografiadas, artes marciales y armas de fuego, y con su historia de venganza, traiciones, encrucijadas emocionales y melodrama, tiene reminiscencias que van desde John Wick pasando por The Raid y Old Boy hasta Kill Bill —y todas las películas orientales mucho menos conocidas que referencia Kill BillLa Femme Nikita y muchas otras películas con entrenadas asesinas.

Visualmente es deslumbrante, con un excepcional trabajo de fotografía de Park Jung-hun.

La protagonista es Kim Ok-bin, que se dio a conocer en la película Thirst (2009) del más famoso Park Chan-wook, y acá se luce en el papel de la villana del título, alternando su fuerza y su contundencia en las peleas y las secuencias de acción con momentos de humor, ternura y hasta fragilidad que de todos modos nunca se sienten forzados o impuestos por su condición femenina, sino como rasgos puramente humanos que además se integran a su historia y al argumento de la película.

El director Jung Byung-gil había dirigido hasta ahora solamente otro largometraje, un thriller de acción titulado Confession of Murder (2012) que había pasado bastante más desapercibido en este lado del mundo pero tuvo algunas buenas reseñas.

Con The Villainess se consolida como un cineasta al que prestar atención en el cine coreano, ese que directores como Park Chan-wook, Bong Joon-ho y Kim Jee-won han dado gran notoriedad internacional en los últimos años.

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