La carrera de John G. Avildsen como director se extiende exactamente por 30 años, con un debut en 1969 con el drama Turn on to Love, y con su último largometraje, Inferno, estrenado en 1999.
John G. Avildsen, el rey de los «underdogs»

Tal vez su nombre no fue tan conocido como el de otros directores de su generación, ni sus películas demasiado aclamadas por la crítica, pero Avildsen cuenta con una filmografía que, además de los dos títulos más notorios y éxitos de impacto duradero como Rocky y Karate Kid, está cargada de algunos clásicos de culto y marcada por colaboraciones con grandes figuras de Hollywood.
- Ver también: 5 películas muy exitosas hechas con poco dinero
El rey de los underdogs

Avildsen comenzó su carrera como asistente de dirección, trabajando en películas de los directores Arthur Penn (el de Bonnie y Clyde) y Otto Preminger (el de Anatomía de un asesinato) de los que seguramente algo pudo aprender.
Después de un par de películas que pasaron generalmente desapercibidas ( Turn on to Love y Guess What We Learned in School Today) Avildsen cobró notoriedad con Joe (1970), una película de bajo presupuesto que tuvo un moderado éxito de taquilla y de la que fue muy elogiada la actuación de su protagonista, Peter Boyle.
Le siguió Cry Uncle! (1971), una comedia irreverente que incluye desnudos, crímenes, drogas, sexo y necrofilia (fue prohibida en Noruega y Finlandia) y es considerada una obra de culto, recordada por incluir una de las primeras apariciones de Paul Sorvino y por ser, aparentemente, la comedia favorita de Oliver Stone.
Save the Tiger (1973) marcó un regreso de Avildsen al drama y también a películas aclamadas; protagonizada por Jack Lemmon, recibió tres nominaciones al Oscar, incluyendo la de mejor actor para Lemmon, premio que ganó.
Sus películas Joe —sobre un adinerado empresario que asesina al novio de su hija, un narcotraficante— y Save the Tiger —centrada en un ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial que atraviesa una crisis existencial y un gran dilema moral— comparten el hecho de tener protagonistas trágicos y perdedores.
Pero a pesar del éxito de estas dos, cuando John G. Avildsen recibió el guión de Rocky, escrito por un joven y en ese entonces desconocido Sylvester Stallone, parece haber descubierto la fascinación por las historias de triunfo, especialmente si involucran a personajes que, como Rocky Balboa, tenían todos los pronósticos en su contra.
La clásica historia del underdog ganador, que pasó a ser una de las marcas características de su carrera.

Con Rocky (1976) Avildsen recibió el Premio Oscar a mejor director. La película se convirtió en la más taquillera de ese año y lanzó a la fama a su protagonista.
Sin embargo, Avildsen se negó después a dirigir Rocky II («consideraba que el boxeo era bastante estúpido» dijo después).
Después de Rocky, su carrera estuvo marcada por una serie de películas que fueron grandes fracasos comerciales: Slow Dancing in the City de 1978 (a la que una reseña del New York Times la llamó “Rocky pero con baile”, criticando las similitudes con el éxito previo del director), The Formula de 1980 (un thriller de misterio fallido pero con un impresionante elenco, entre otros Marlon Brando y George C. Scott), Neighbors de 1981 (comedia protagonizada por Dan Aykroyd y John Belushi, en la última aparición de este último antes de su muerte) y A Night in Heaven (un drama romántico vapuleado por la crítica).
Su suerte se revirtió en 1984 con el lanzamiento de Karate Kid, una película que retomaba el tipo de historia inspiracional predilecta del director, la del luchador que se alza con la victoria ante un oponente ampliamente favorito.

Karate Kid, sobra decirlo, también fue un clásico instantáneo, y su éxito dio origen a toda una saga que consiste en dos secuelas directas (en 1986 y 1989), ambas dirigidas por Avildsen que tal vez no quiso cometer el error que cometió con Rocky, el reboot El nuevo Karate Kid (con Hilary Swank tomando el lugar original de Ralph Macchio) y un remake en 2010 (con Jaden Smith y Jackie Chan).
Después de la trilogía Karate Kid, Avildsen volvió a su primer éxito original, para dirigir Rocky V (1990), la que se suponía que sería la entrega final de la saga (el director había elogiado el guión original de Stallone, que incluía la muerte de Rocky en los brazos de Adrian, un final que luego fue cambiado).
En la década de los 90, el ritmo de actividad de Avildsen disminuyó, y sólo dirigió tres películas: el drama histórico The Power of One (con Stephen Dorff y Morgan Freeman), la biopic 8 Seconds, sobre el jinete de rodeo Lane Frost (interpretado por Luke Perry) y su último largometraje, Inferno, una película de acción protagonizada por Jean-Claude Van Damme, Pat Morita y Danny Trejo.
Ninguna de estas tres películas fue demasiado exitosa ni muy bien recibida por la crítica, lo que terminó por dar un cierre algo amargo a su carrera, y tal vez dañó un poco su legado como director.
De todas maneras, el documentalista Derek Wayne Johnson, a quien Sylvester Stallone había elegido el año pasado para dirigir un especial sobre los 40 años de Rocky, está trabajando en otro documental centrado en toda la carrera de John G. Avildsen.
Con el subtítulo de King of the Underdogs, el documental incluirá testimonios de varios de sus colaboradores o admiradores, entre ellos Stallone, Ralph Macchio, Martin Scorsese, el productor Jerry Weintraub y Burt Reynolds.









