Crítica de Fast Five: Velocidad Estúpida

La quinta entrega de la saga Rápido y Furioso es otro ejercicio de asesinato de neuronas que no logra resultar tolerable ni por un segundo a pesar de sus denodados esfuerzos por causarle un tumor cerebral a la audiencia con su sobrecarga de diálogos malos, escenas de acción torpes y actuaciones patéticas.

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Me encantan las películas de acción, las explosiones y los tiroteos sin sentido y a pesar de que Fast Five tiene todo para ser eso el film fracasa. Paul Walker y Vin Diesel retoman sus papeles de los films anteriores y Dwayne The Rock Johnson es el perseguidor enviado a capturarlos aunque terminan llevándose bien al final (como siempre).

El gran problema con este film es que no es divertido. Se toma demasiado en serio y no entiende que es una película diseñada para ayudar a las masas de descerebrados a pasar un rato sin recordar la realidad en que viven.

Si aceptasen ese simple hecho y dijeran " somos una película clase C de Hollywood" les aseguro que el resultado sería cien veces mejor y mucho más entretenido.

Adelantándome a los comentarios que atacarán mi carácter con muchas faltas de ortografía y graves errores de sintaxis, aclaro que no me han importado ni me importarán jamás sus opiniones.

Puntaje: 4/10- Un film desechable que ni siquiera entretiene pero que probablemente genere más secuelas para seguir entreteniendo a los fans de maravillas como esta, Transformers y Iron Man.