Crítica de Conan el Bárbaro

A pesar de haber sido masacrada por la crítica e i gnorada en la taquilla, Conan el Bárbaro es un film que realmente logra entretener a aquellos que la aceptan tal y como es, una película de acción extremadamente irreal y que no busca nada más que ayudar a pasar algunas horas con violencia, fantasía y personajes tan irreales como divertidos.

Dirigido por Marcus Nispel y protagonizado por Jason Momoa, Stephen Lang, Rachel Nichols y Rose McGowan entre otros, el film está basado en las historias del escritor Robert E. Howard, las cuales se han convertido en la base para todo un género de fantasía conocido como espada y hechicería.

La historia no está inspirada en ninguno de los cuentos de Howard en especial sino que se inspira libremente para darle forma a un universo en el que la magia, el horror y la superstición coexisten simultáneamente durante la edad hyboria. La trama gira alrededor de Conan (Momoa) un bárbaro cimmeriano con increíbles habilidades de combate pero poca paciencia y sabiduría.

Conan es el último de su clan, luego de que este fuese masacrado por Khalar Sym (Lang) quien buscaba un pedazo de la máscara de Acheron, que le permitirá revivir a su esposa fallecida y convertirse en un dios.

La historia no es particularmente sólida ni tampoco lo son las actuaciones (al menos si están buscando al futuro nominado a mejor actor) pero creo que ese nunca fue el propósito de la película. Conan y el resto de los personaje son arquetipos clásicos de héroes y villanos con toques de humor y mucha, mucha acción que no cesa de entretener a lo largo de todo el film.

Puntaje: 7/10- Una película de acción que funciona más que bien y que entretiene sin pretensiones. Especialmente recomendada para los fans de la violencia y la fantasía.