Antes de Lord of the Rings y The Hobbit, Peter Jackson era un joven de 20 años quien tras ver King Kong, soñó con ser director de cine. El camino para codearse con Spielberg, Scorsese y Cameron era empedrado, pero de alguna manera debía empezar. Y, ¿qué mejor que una película gore filmada en sus ratos libres y protagonizada por sus amigos y vecinos?
Antes de El Señor de los Anillos: Bad Taste, la impactante primera película de Peter Jackson, con mucho gore, aliens y humor


Así nació Bad Taste, su ópera prima que llegó a ser estrenada en Cannes y que le abrió las puertas al muchacho de Nueva Zelanda para conocer Hollywood.
La trama era típica, a la vez que irascible: un grupo de aliens llegan a la Tierra y pretenden hacer de los humanos la materia prima de una cadena de comida rápida intergaláctica. Hoy es una película de culto y el punto de partida del director que llevó a Tolkien a la pantalla grande.
La primera película de Peter Jackson: una producción de bajo presupuesto
Jackson tenía un trabajo regular y muy poco presupuesto (si no es que ninguno) para desarrollar su idea. Para hacerla realidad, convenció a sus amigos y vecinos a ser parte de la producción. Considerando sus labores diarias, la filmación se hacía únicamente los domingos, por lo que el rodaje duró cuatro años. Además, no había ningún guión: Jackson los generaba entre semana.
Considerando el largo tiempo de filmación, Peter se vio obligado a tomar dos personajes de la historia por una simple razón: se había quedado sin amigos que quisieran ayudarle cada domingo en su loca idea.
El director mostró su valía no solo actuando, sino sirviendo como guionista, productor, director de fotografía y montaje. También estuvo a cargo de los efectos especiales, haciendo él las máscaras de los aliens en la cocina de su madre. Por cierto, si notas que están un poco inclinadas, es porque no entraban en el horno en el que se «cocinaron».
Otra muestra de la innovación de Jackson fue la construcción de su propio dispositivo de cámara estable con contrapeso, lo que logró con 15 dólares.
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Problemas de producción
A pesar de los esfuerzos de Jackson por llevar a cabo la producción, pronto se quedó sin dinero. Para terminar la filmación de este corto (que ahora era una largometraje) contó con la ayuda de la Comisión de Cine de Nueva Zelanda, desde donde quedaron impresionados con lo que el muchacho ya tenía filmado.
Gracias a ese dinero se pudo doblar el audio en postproducción, pues Jackson filmó una parte de la película con una cámara de 16 mm que no grababa sonidos y cuando por fin hubo dinero para cambiarla por una más adecuada, nadie sabía cómo grabar los diálogos.
La película casera que llegó a Cannes
El aporte de la Comisión de Cine de Nueva Zelanda hizo de Jackson un nombre conocido incluso en Cannes donde fue exhibida. No hubo quien no hablara del debut de este joven director y su horrenda, pero especial película, logrando ser vendida a varias partes del mundo.
A pesar de eso, el filme fue censurado en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Holanda, Argentina, Dinamarca, Canadá, Noruega, Australia, Finlandia y Corea del Sur. Los consideraron demasiado violento, aunque en Australia le fue removida la censura tiempo después.
El legado
Jackson usó el dinero recaudado para financiar su segunda película: Meet the Feebles. Bad Taste le sirvió para hacerse un nombre en la industria y poco a poco se convirtió en una película de culto. Incluso, ocupa en lugar 416 de las 500 mejores películas de todos los tiempos según la revista Empire, en una encuesta hecha a lectores y críticos de cine.
14 años después, Jackson impresionaría a todos con su primera entrega de Lord of the Rings. El resto, es pura historia del cine.








