American Horror Story: la serie perfecta [Crítica 3x02]

Desde que tengo memoria, siempre escuché relatos sobre el extraño poder de la magia negra, historias de hechizos y conjuros que escapan de nuestro entendimiento. Nunca supe por qué me sentía tan atraída por tales leyendas, y probablemente lo sea sea por su misma naturaleza oscura, lejos de toda ciencia exacta, contrapuesta a las creencias dogmáticas. American Horror Story ha hondado en las viejas leyendas urbanas, en esa misma dimensión siniestra que despierta el morbo y la zozobra. Y el resultado ha sido perfecto.

Si bien The Walking Dead se ha popularizado y sobrevaluado con gran alboroto entre la fanaticada (a pesar que reincide en el entretenimiento trivial con uno que otro cliché), el trabajo de Coven es más delicado y artístico. Hablamos de una auténtica serie de culto para el género de terror, muy por encima del pandemonio apocalíptico de unos caminantes que ya no asustan. La explicación es muy fácil, el primero está de moda, el segundo no mucho.

Pero este no es momento de abrir debates (y menos cuando se trata de gustos), es momento de aplaudir el trabajo de Ryan Murphy, creador de la asombrosa ficción que aterroriza los miércoles de octubre.

En busca de la eterna juventud

¿Qué tuvimos esta semana? Pactos con el diablo, rituales en latín, cadáveres que regresan de la muerte, y supremas encaradas. Lo bueno de Coven se concentra en la variedad de su contenido, con personajes que comparten roles protagónicos. Cada historia es un abanico de posibilidades, pero vayamos en orden:

Fiona ( Jessica Lange) persiste en su propósito de conseguir la vida eterna y para ello acude a Marie Laveau ( Angela Bassett), que se mantiene intacta y reboza de una envidiable juventud a pesar del paso de los años. Está claro que se nos avecina un duelo de poderes, cada una con un as bajo la manga.

En la misma línea, pudimos conocer algo más de la despiadada Madame LaLaurie ( Kathy Bates), que pagó el precio de su egoísmo sepultada en una tumba bajo tierra por 180 años, tiempo suficiente para alimentar su sed de venganza, luego de haber presenciado la muerte de toda su familia. LaLaurie no se quedará tranquila, que nadie lo dude.

Conjuros macabros y rituales en latín

Después de varios intentos fallidos para quedar embarazada por métodos naturales, Cordelia ( Sarah Paulson), hija y heredera de la Suprema, se verá forzada a recurrir a la magia negra para intentar concebir un bebé ¿Alguien más quedó boquiabierto con el ritual satánico de la concepción? ¿No? ¿Sólo yo?

Y finalmente está el cuarteto de brujas adolescentes. La más ingenua de todas, Zoe ( Taissa Farmiga) no puede olvidarse de Kyle ( Evan Peters), que murió trágicamente en un accidente de bus. Para consolar su pena, Madison ( Emma Roberts) invocará un conjuro de resurrección en latín, reuniendo las extremidades de otros cadáveres a fin de crear el novio perfecto.

Mientras que las adolescentes normales suelen cometer vandalismos o escaparse de casa, las brujas de Coven maquinan travesuras más mórbidas para dar vida a una versión adolescente de Frankenstein. ¡Genuino!

No hay tiempo para más. Aún queda pendiente escarbar en la vida de Queenie ( Gabourey Sidibe), capaz de infringir dolor ajeno usando su cuerpo como un muñeco vudú, o la de Nan ( Jamie Brewer), cuya habilidad es adentrarse en los recuerdos y pensamientos de otras personas.

Coven tiene un excelentísimo inicio de temporada con sólidos argumentos, historias entrecruzadas, y el más alto nivel de producción. Como siempre, cada episodio es casi una obra maestra y Boy Parts no ha sido la excepción.

Puntaje: 10/10. De principio a fin, Boy Parts es un capítulo perfecto para una serie de terror perfecta.