Cáncer de páncreas, una enfermedad que han padecido muchos famosos

El cantante José José hace parte de una lista de músicos, artistas y personalidades que han debido luchar contra el cáncer de páncreas.

Una de cada 65 personas en Estados Unidos están en riesgo de padecer cáncer de páncreas. De todas las muertes por cáncer, el de páncreas es responsable del 7%. Según la Sociedad Americana Contra El Cáncer, esta enfermedad es la cuarta causa principal de muerte por cáncer en Estados Unidos. Se cree que para 2017, 53,670 personas (27,970 hombres y 25,700 mujeres) serán diagnosticadas con este mal y 43,090 personas morirán por su cuenta.

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Así las cosas, no es sorpresa que el cáncer de páncreas se haya llevado a varios músicos, actores y genios. Ni la décima estrella de cine de todos los tiempos se salvó del cáncer de páncreas. El American Film Institute situó a la texana Joan Crawford en ese lugar en su salón de la fama de las estrellas. Ganadora del Oscar a mejor actriz en 1945 por la película Mildred Pierce, Crawford no murió por el cáncer de páncreas que la atacó durante años, sino que falleció el 10 de mayo de 1977 en Nueva York por un infarto de miocardio.

Los escritores Toni Morrison, Kurt Vonnegut y Joseph Heller no habrían sido los mismos sin el escritor Ralph Ellison. Autor de El hombre invisible y Juneteenth (una novela que debió escribir dos veces porque perdió su manuscrito en un incendio), murió en Nueva York el 16 de abril de 1994 de cáncer de páncreas.

Alan Bates, quizá el Hamlet más famoso del cine (en la versión de Franco Zeffirelli), también murió de cáncer de páncreas el 27 de diciembre de 2003, en Londres.

Tres años después, el 1 de junio de 2006, Rocío Jurado falleció a las 5:15 am por cáncer de páncreas en Madrid, España. Más de veinte mil personas lamentaron su muerte en el Centro Cultural de la Villa, en la Plaza de Colón, donde fue velado su cuerpo.

Video La hija de Rocío Jurado lloró al ver inmortalizada a su madre en una muñeca

Un mes después, el 7 de julio del 2006, Syd Barrett, el cantante, guitarrista y compositor que puso a Pink Floyd en los ojos del mundo, murió de diabetes crónica y cáncer de páncreas, después de una vida de excesos y enfermedad mental.

El 6 de septiembre de 2007, Luciano Pavarotti falleció en Módena, Italia, donde nació, a los 72 años de edad, por cuenta del cáncer de páncreas. Su último año de vida fue bastante accidentado: su gira de 2006 fue interrumpida por cuenta del tumor que le detectaron en el páncreas y tuvo que ser operado de emergencia en Nueva York. El postoperatorio le generó una neumonía que lo volvió a llevar al hospital y a estar en convalecencia en su hogar.

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Recordado por su papel en la película Ghost, el actor Patrick Swayze falleció en Los Ángeles, California, el 14 de septiembre de 2009. Un año antes, al tomar una copa de champaña, sintió que el líquido le quemaba el estómago. Esa fue la señal de alerta que le dio inicio a su lucha contra la enfermedad

La agonía de Steve Jobs con el cáncer de páncreas es, quizá, la que más altibajos ha generado en la bolsa de valores. La acción de Apple subía y bajaba con los rumores sobre su salud. Los médicos descubrieron un tumor en su páncreas en 2003, pero no fue hasta 2004, cuando los rumores no podían evitarse más, que Jobs tuvo que hacer un comunicado público a sus empleados. Durante los nueve meses siguientes, en vez de operarse, dedicó sus esfuerzos a llevar una dieta vegetariana estricta y someterse a sesiones de acupuntura y medicina alternativa. Falleció en Palo Alto, California, el 5 de octubre de 2011.

El actor mexicano Héctor Arredondo Casillas, recordado por las series Mochila al hombro, Lo que es el amor y la telenovela Las Bravo, falleció el 16 de noviembre de 2014 en Ciudad de México por cáncer de páncreas.

Umberto Eco ha sido una de las últimas personalidades de la cultura en morir por el cáncer de páncreas. El autor de decenas de ensayos y de la famosa novela El nombre de la rosa, falleció el 19 de febrero de 2016 en Milán a las 84 años de edad. Dejó muy claro en su testamento que no quería homenajes ni celebraciones por lo menos hasta diez años después de su muerte.