Al centro de la controversia del caso de paternidad entre Marjorie de Sousa, Julián Gil y el pequeño Matías Gregorio se encuentra la prueba de ácido desoxirribonucléico (ADN) que al realizarse demostrará si el pequeño de 10 meses es o no hijo del actor argentino.
Así se realiza una prueba de ADN con validez jurídica como la que harán a Julián Gil y Matías Gregorio
En casos donde es necesario demostrar la paternidad de un menor, este es el proceso científico que se sigue.

Pero ¿en qué consiste una prueba científica de esta índole, con validez judicial, como la que ha ordenado la corte? El procedimiento para realizar un test o prueba de ADN o paternidad es muy simple, pero tiene pasos muy específicos si se necesita un informe con validez judicial, que pueda ser presentado como prueba pericial en un Tribunal de Justicia o Registro.
Este tipo de pruebas se realizan cuando el solicitante necesita un informe pericial, que incluya los nombres de todos los implicados, y que pueda ser utilizado en un Registro o Tribunal de Justicia. La admisibilidad de estas pruebas en un Tribunal está supeditada a un correcto proceso de toma, identificación y envío de las muestras. Por tanto, la toma de material genético sólo puede ser realizada por profesionales de la salud o de la justicia, que identificarán y custodiarán las muestras para garantizar en todo momento su autenticidad e integridad.
Los pasos a seguir para solicitar una prueba de ADN, informativa o con validez judicial, son los siguientes:
Toma de muestras de ADN
Para poder realizarla se necesitan muestras biológicas de los implicados. En el caso de las pruebas de paternidad, no es imprescindible la muestra de la madre. La manera más sencilla para obtener muestras biológicas de forma directa es realizar un frotis bucal (utilizando bastoncillos de algodón) para recoger células del epitelio bucal o saliva. También se pueden utilizar otras muestras biológicas, recogidas de forma indirecta, como pueden ser:
- Uñas cortadas (de manos o pies).
- Cabellos con raíz o bulbo (cortados no sirven).
- Colillas, cepillos de dientes, chicles, caramelos, etc.
- Manchas de sangre (venda adhesiva), de semen (preservativos) o de sudor (ropa sin lavar).
- Objetos con saliva: recipientes de bebidas (vasos, latas, tazas), sobres, sellos, etc.
- Pañuelos con mucosidades.
- Dientes de leche, pinzas de ombligo, cordones umbilicales, etc.
- Orina (pañales).
Una vez en el laboratorio, se procede a su análisis:
A las muestras biológicas (saliva, uñas, cabello, sangre…) se les extrae su ADN purificado mediante un reactivo, se sintetizan copias del ADN con una máquina termocicladora para conseguir más material y, por ende, exactitud. Se someten las muestras obtenidas a un cálculo estadístico con otros perfiles genéticos idénticos tanto de familiares o de personas sin vínculo de parentesco. De esta manera se elimina el factor de casualidad.
Para que la prueba sea concluyente es necesario que el resultado de probabilidad esté por encima del 99.99%.
Para realizar el análisis de ADN, los implicados en la prueba deberán acudir a un laboratorio especializado que designe el juzgado. En caso necesario, profesionales de ese mismo laboratorio podrán desplazarse para efectuar la toma de muestra a domicilio, a costa del solicitante.
En el momento de la toma de muestras, los interesados deben aportar:
- Identificación oficial.
- En el caso de menores de edad, una fotografía reciente (imprescindible) y una fotocopia de la autorización legal que justifique la patria potestad sobre el menor.
- En el caso de las pruebas de paternidad, no es necesaria la autorización de la madre para que la prueba tenga validez judicial.
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