Fritas, asadas, en puré, las papas hoy en día son uno de los alimentos más importantes de la humanidad ocupando un lugar sustancial en la economía de los países.
Patatas, el acompañante perfecto...

Es originaria del altiplano andino en un área que coincide aproximadamente con el sur del Perú, donde ha sido cultivada y consumida al menos desde el octavo milenio antes de Cristo.
Fue introducida en Europa por los conquistadores españoles y comenzó a utilizarse como alimento a principios del siglo XVII.

La papa o patata es un tubérculo, es decir, un engrosamiento subterráneo de los tallos que sirve para almacenar sustancias de reserva como agua, almidón, lípidos, celulosa, etc. Su sabor amargo se debe a una sustancia llamada solanina. Si se come la papa cruda ésta sustancia puede causar intoxicación la cual se caracteriza por alteraciones gastrointestinales (diarrea, vómitos, dolor abdominal) y neurológicas (dolor de cabeza, alucinaciones).
El pelado y tratamiento térmico ( cocción, fritura ) permiten destruir esta sustancia, manteniendo de todos modos su sabor amargo.
Existen muchas variedades de papas, además de las muy populares papas fritas, que admiten diversas formas ( en rodajas, bastones, dados, noisette ) las papas son protagonistas de numerosas preparaciones: papas a la crema, pastel de papa, croquetas, ensalada rusa...

En compañia de huevos, las papas dan lugar a la muy conocida tortilla española, que según algunos testimonios fue inventada en Navarra. Al menos se tiene constancia escrita de su existencia en esa tierra en 1817, pero seguramente es anterior. Su versión más extendida lleva papas cortadas en láminas y cocidas en aceite, con cebolla, luego se envuelve todo en huevo bien batido y se cocina en la sarten de ambos lados. Una preparación sencilla y que siempre gusta; la recomiendo.








