
Holanda es un país de lo más maravilloso y si bien Amsterdam suele llevarse toda la atención, cuenta con muchas otras ciudades espectaculares en su territorio. Un buen ejemplo de ello es la hermosa ciudad de Maastricht que hoy voy a enseñarte. ¡Andando!

La ciudad de Maastricht: llegada y hospedaje
La provincia de Limburgo está ubicada en el extremo sureste del territorio holandés, casi que apretada entre Alemania y Bélgica. La capital de esta angosta provincia es la ciudad de Maastricht, una pequeña localidad cercana a la frontera belga. Llegar hasta ella es realmente fácil, ya sea en tren, automóvil o autobús, pues está muy bien conectada.
Una vez en Maastricht, lo primero será alojarnos como debe ser. Para los más jóvenes, el hostal Stayokay Maastricht es una excelente opción para hospedarte y cuesta alrededor de unos 20 euros. También hay una extensa oferta de hoteles de todo tipo, de diversos niveles y con varios precios, aunque claro, rondan en esta cantidad.
Recorriendo las hermosas calles y los museos de Maastricht
Instalados, ahora sí podremos salir a recorrer las calles de esta ciudad tan simpática y llena de recovecos donde perderse es un placer. Para los amantes de la arquitectura, Maastricht, una de las ciudades más antiguas del país, conserva a la perfección los viejos edificios medievales con un principal destaque para las iglesias y los santuarios.
Todo amante de los museos quedará fascinado con Maastricht y aquí encontrará al interesante Museo Bonnefanten, que tiene una genial réplica a escala de la ciudad. Además, el museo de Historia Natural de la ciudad puede convertirse en un buen paseo y una visita al Museo sótano Derlon, que posee restos de construcciones romanas, es un paseo más que interesante.
De compras y degustaciones por Maastricht
Dejando un poco de lado el turismo cultural en Maastricht, la ciudad nos ofrece un muy buen centro de compras por la calle Stokstraat, además de buenas discotecas al caer la noche. A la hora de buscar dónde comer, restaurantes más modernos como el Le Bon Bassin nos sorprenderá con los tradicionales espárragos. Luego podremos degustar de un buen café y el postre típico “vlaai” por ejemplo, en el Café Sjiek.
Cuando cae el sol en Maastricht, la movida nocturna nos ofrece grandes posibilidades para tomar algo, bailar mucho y disfrutar de la buena música en varias discotecas, clubes nocturnos y pubs. También para los fanáticos del azar, el casino puede ser una buena opción. En fin, esta pequeña ciudad nos ofrece un poco de todo para sentirnos como en casa pero a la vez conocer un lugar que conjuga pasado y futuro a la perfección.
Sin lugar a dudas, Maastricht es una ciudad a tener en cuenta en una próxima visita a Holanda, ¿no lo crees? ¿Qué te pareció Maastricht?