Tú lo sabes: quieres vivir con él todo el tiempo y es que se pasan más tiempo en casa del uno o del otro pero no dan ese paso definitivo de la convivencia en la pareja.
Todo encaja ambos tienen trabajo y se quieren, duermen juntos la mayoría de noches pero...cada uno vive en su casa porque parece que él no tiene prisa en compartir las llaves. ¿Te suena esta historia?
En este artículo quiero darte algunos consejos para que puedas convencer (o al menos intentarlo) a tu chico para que vea las ventajas de la convivencia juntos.
Cuéntale las ventajas de convivir
Hazle ver todo lo positivo que tiene vivir juntos, pero razona "como quien no quiere la cosa" y con mucha calma. Coméntale que ahorrarán en gasolina, transporte y facturas y que además ambos estarán más cómodos porque no tendrán que estar pensando todo el tiempo en dónde dejaron sus cosas.
Si a tu chico le gusta hacer fiestas con sus amigos y piensa que si vives con él ya no lo podrá hacer, hazle ver que podrá hacerlas que no hay problema que los dos se van a adaptar el uno al otro.
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Pero te aconsejo que en esa conversación "casual" no le agobies con frases del tipo "Quiero verte más" "Es que quiero estar contigo a todas horas" porque igual se puede sentir mal, es mejor que le hagas ver la parte buena como por ejemplo; "pasaremos más tiempo juntos".
Y sobre todo, dale tiempo para que lo piense sin agobios porque necesitará tiempo para pensarlo, recuerda que los hombres necesitan meterse en su "cueva" para pensar las cosas que le suceden (no son como nosotras que necesitamos hablar todo).

Sé discreta
Hazle ver poco a poco los beneficios de vivir contigo, por ejemplo puedes hacer un día una comida casera o prepararle buenos bocadillos para el trabajo. Si a la casa le falta un poco de orden ayúdalo a ordenar todo (ayudarlo sí...¡pero no ser su limpiadora!).
El secreto consiste en hacer que vea que en la vida en pareja se pueden hacer cosas agradables en la vida diaria, así se dará cuenta de lo que te necesitará en su vida.
Gana terreno poco a poco
Sin necesidad de invadir su espacio puedes llenar poco a poco la casa con cosas tuyas o comunes; por ejemplo unas toallas para usar los dos, un cepillo de dientes en el cuarto de baño, tus cremas diarias. De esta manera tu pareja pensará en ti estando en su casa en cuanto lo vea porque lo asociará a tu presencia.
Después puedes "olvidar sin querer" un camisón en el cesto de la lavadora, unos pantalones, unas medias, pero siempre con cautela para que no sospeche y sólo asocie.
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Lo importante es que tu pareja se sienta cómodo contigo en su casa y sepa lo buena compañera de piso que eres, algo que podrá comprobar si en vacaciones vivís juntos por unos días.